Mariangel Soria Reyna es docente de la Facultad de Educación Física desde hace 25 años, es Master en Educación Física por la Universidad de Salamanca y ahora acaba de recibirse de Doctora en Humanidades con un trabajo sobre el juego aplicado a su profesión.
La profesional obtuvo un puntaje de 9 al rendir on line su tesis de doctorado, ante un jurado compuesto por docentes de casas de estudios de distintos puntos del país: Jorge Charaví, de la Universidad de La Plata; Ivana Ribero de la Universidad de Río Cuarto y Marcelo Barrionuevo Chebel, doctor en Filosofía de la Universidad de Santiago del Estero. Por la Comisión de Supervisión participó la destacada referente en educación física e investigadora de la UNT, Marial Laura González de Álvarez.
La Dra. Soria Reyna señaló que su trabajo versó sobre “El hombre y el juego en la educación física”, tema muy relacionado con su área de trabajo, ya que es docente de la cátedra de Juego y Recreación. “Mi trabajo busca encontrar cuál es el concepto de ser humano que tenemos, qué idea de juego hay y cómo eso se inserta en la carrera del Profesorado de Educación Física”, puntualizó.
Y agregó: “la hipótesis es que el juego es una dimensión fundamental del hombre y como tal necesita tener un tratamiento adecuado en la carrera de formación docente. El juego está incluido, actualmente, en una materia de nuestra carrera que es el Juego en la Educación Física. Sin embargo, el juego no está presente en todas las materias prácticas (son 12 materias de deportes) y consideró que es necesario incorporarlo”.
El juego en la educación física.
La flamante doctora en Humanidades afirmó que el beneficio de la salud y de ser eficientes en el plano motriz es algo que viene dado con la carrera, pero aclaró que lo necesario es reforzar el rol de formador y de aprender a enseñar en la carrera de Educación Física. “Mi tesis responde a un planteo fundamental de si somos una carrera de ciencias de la salud, ciencias humanas o ciencias de la pedagogía”, puntualizó. Y a ese interrogante respondió: “trabajamos con niños y sobre todo somos profesores. No somos kinesiólogos ni médicos. Estamos ligados a lo humano y a lo pedagógico”, concluyó.
