El fin de semana pasado, Tucumán quedó sumergida en una nube de humo por dos causas: debido a la habitual quema de cañaverales y, de manera excepcional, debido a los incendios que azotan la Amazonia. A esta selva suele llamársela el “pulmón del planeta”. Aunque el nombre es más metafórico que real, la Amazonia sí cumple un papel esencial, porque absorbe el 25% del dióxido de carbono (CO2) del planeta, con lo cual ayuda a evitar el calentamiento global.
En Tucumán, el espacio verde por excelencia lo forman las Sierras de San Javier, que en un 70% pertenecen a la Universidad Nacional de Tucumán. Constituyen el Parque Sierra de San Javier que está ubicado a 16 km al oeste de San Miguel de Tucumán, tiene una superficie de 14.100 ha y cumple múltiples funciones. Ayuda al secuestro de carbono, aporta a la conservación de la biodiversidad (la pérdida de estos hábitats contribuye a la extinción de especies), protege las cuencas hidrográficas (regula flujos hidrológicos y reduce la sedimentación), es fuente de agua potable, protege la ladera y regula el clima. A esto se suma un rol fundamental en el fomento del turismo, la enseñanza y la investigación.
En los últimos 23 años el Parque sufrió 16 incendios, muchos de los cuales ocurrieron en distintas zonas en idéntico año. El último tuvo lugar en 2013, recordó Manuel Imbert, director operativo del lugar. Fue el más grande registrado hasta el momento y consumió aproximadamente cinco hectáreas. Imbert precisó que en ese entonces el fuego no afectó zonas de alto valor en biodiversidad. En los últimos seis años, las autoridades del Parque intensificaron el cuidado y la vigilancia. No sólo concientizan sobre el uso del fuego, sino que también combaten la caza, la tala de árboles y las plantaciones de marihuana en esos terrenos.
Imbert contó que compraron equipamiento canadiense de primer nivel para enfrentar los incendios dentro de la sierra. Además, señaló que su mayor capital son sus recursos humanos, los guardaparques. Ellos reciben capacitación en forma constante y trabajan en forma conjunta con personal de Defensa Civil. Entre otras tareas, se encargan de mantener los equipos en condiciones para cualquier eventualidad.
Los profesionales del Parque, apoyados por especialistas de la Reserva de Horco Molle, realizan tareas de educación ambiental en las escuelas y en otras instituciones. También se encargan de difundir el lugar, cumplen el rol de guías y apoyan la recreación de los visitantes. “Para cuidar y valorar, primero es necesario conocer. Es fundamental respetar las normas de conducta dentro del área, compartir en redes sociales las actividades permitidas y denunciar las conductas que pongan en peligro el patrimonio natural y cultural”, dijo el director del Parque.
Sequía y calor
Los meses con mayor probabilidad de incendios en San Javier coinciden con el período de máxima sequedad ambiental: invierno y primavera. Las condiciones propicias se acentúan hacia el fin de la primavera cuando la temperatura asciende. En especial cuando durante el verano se acumuló gran cantidad de biomasa y cuando durante el invierno se produjeron heladas intensas, que afectaron la vegetación de la sierra.
Si a lo anterior se le suman la baja humedad relativa y los vientos calientes y secos, las condiciones se tornan más favorables para que un fuego sin control derive en un incendio.
Causas de incendios
Imbert explicó que los principales causantes naturales de incendios son los rayos, cuando no están seguidos por precipitaciones. Entre las causas provocadas por el hombre mencionó un fuego mal apagado en áreas donde no está permitido encenderlos, y vidrios y elementos similares abandonados que pueden ocasionar un efecto lupa. También indicó la quema de pastizales, que realizan los productores ganaderos tradicionales de montaña, con el fin de promover el crecimiento de la pastura nueva.
Zonas de precaución
Hacia el norte, en la zona del Parque Chaqueño Serrano -uno de los ambientes naturales más secos- allí puede ocurrir la mayor cantidad de focos de incendios en San Javier. También el Pastizal de Altura de Taficillo, que se encuentra por arriba de los 1.800 msnm, fue testigo del fuego.
Imbert consideró poco probable que en el resto de los ambientes del Parque se desaten incendios, debido a la naturaleza de la selva. Aunque manifestó que igualmente se debe exacerbar el cuidado cuando las condiciones de sequía se acentúan.
Imbert explicó que los principales causantes naturales de incendios son los rayos, cuando no están seguidos por precipitaciones. Entre las causas provocadas por el hombre mencionó un fuego mal apagado en áreas donde no está permitido encenderlos, y vidrios y elementos similares abandonados que pueden ocasionar un efecto lupa. También indicó la quema de pastizales, que realizan los productores ganaderos tradicionales de montaña, con el fin de promover el crecimiento de la pastura nueva.
Zonas de precaución
Hacia el norte, en la zona del Parque Chaqueño Serrano -uno de los ambientes naturales más secos- allí puede ocurrir la mayor cantidad de focos de incendios en San Javier. También el Pastizal de Altura de Taficillo, que se encuentra por arriba de los 1.800 msnm, fue testigo del fuego.
Imbert consideró poco probable que en el resto de los ambientes del Parque se desaten incendios, debido a la naturaleza de la selva. Aunque manifestó que igualmente se debe exacerbar el cuidado cuando las condiciones de sequía se acentúan.