Las lluvias que vienen azotando a la provincia generaron una serie de inconvenientes tanto en la zona del Parque Sierra de San Javier, como en los funiculares, en Horco Molle.
Durante la tarde del viernes, en la cascada del río Noque, apenas lloviznaba, por lo que turistas y visitantes se disponían a retornar. El sonido del río los alertó y el lugar se inundó en instantes. La crecida del río dejó varadas a unas 20 personas, entre ellas un niño de 2 años.
Automáticamente se tomaron las precauciones para que nadie pudiera intentar cruzar el río. Un grupo de guardaparques y voluntarios de la UNT, entre los que se encontaban Miguel Cata y Eduardo Juárez, esperaron a que bajara el cauce y, montados a caballo, pudieron llevar adelante el rescate.
El desborde de los ríos también trajo inconvenientes en la zona del funicular. A la altura de la Residencia Universitaria de Horco Molle el arroyo Las Cañas, cuando se junta con el río Las Conchas, se convierte en el río Muerto.
En la zona conocida como Puerta del Cielo, quedó aislado un grupo de entre 20 y 25 personas, entre los que se encontraban tres turistas rusos. Los guardaparques de la UNT contaron con la colaboración de Defensa Civil y de la Policía y los bomberos de Yerba Buena, quienes llevaron adelante las tareas de rescate. Los trabajos, en ambos lugares continuaron hasta pasadas las 23.
"Hoy se tomaron todos los recaudos y, desde temprano, los guardaparques se encuentran en los diferentes accesos impidiendo el ingreso ya que los pronósticos no son alentadores. Los senderos del Parque se encuentran cerrados y mañana, según cómo esté el tiempo, se dopatarán nuevas decisiones", informó Rodolfo Salinas, director administrativo del Parque Sierra de San Javier, que depende de la Secretaría de Bienestar Universitario.