En tiempos de pandemia, de cuarentena y de contactos virtuales, a sus 76 años Yolanda Angélica Corso cumplió un sueño: recibirse de Contadora Pública Nacional de la Facultad de Ciencias Económicas (FACE).
Yolanda es tucumana, pero pasó la mayor parte de su vida en Buenos Aires según contó en una entrevista publicada en la página de la FACE.
Yolanda es tucumana, pero pasó la mayor parte de su vida en Buenos Aires según contó en una entrevista publicada en la página de la FACE.
La primaria la realizó en la Escuela Patricias Argentinas y la secundaria en la Escuela de Comercio N° 1.
Cuando, en 1966, la dictadura de Juan Carlos Onganía decidió cerrar 11 ingenios azucareros Yolanda, como muchos otros tucumanos, tuvo que emigrar a Buenos Aires.
A continuación, la entrevista:
– ¿Cómo fueron sus estudios universitarios?
– Comencé a estudiar en la antigua Facultad de Ciencias Económicas de calle 25 de mayo al 400 (donde hoy es la Facultad de Derecho). Allí estudié sólo unos años, luego me dediqué a trabajar y después me tuve que ir a Buenos Aires. Esa provincia me brindó todo lo que yo quería, pero lo que no me brindó fue tiempo para seguir cursando materias en la UBA (Universidad de Buenos Aires), no pude, realmente los tiempos y las distancias son muy grandes, entonces no podía cursar. Con el tiempo, tuve que volver a Tucumán por asuntos familiares: mi madre estaba en silla de ruedas, mi padre había fallecido y lamentablemente al regresar, perdí todo lo que yo había ganado allá, en lo económico. En fin, me repuse y seguí trabajando.
Pero ¿Cómo llegué a nuestra Facultad? Yo me quería especializar en Impuestos y mi primo que es Contador Público, también egresado de la FACE, me dijo que la única manera para aprender Impuestos era yendo a la Facultad, porque en ese momento no había otros institutos o academias que enseñaran ese tema. Por eso volví y me entusiasmé mucho, porque, gracias a Dios, tengo muy buena memoria y me acordaba de muchas cosas, tanto de Economía como de Contabilidad y empecé a lucharla, pero siempre trabajando, por lo que tenía muy poco tiempo para estudiar.
Con su voz entrecortada Yolanda nos contó: “perseveré, la verdad que tuve que hacer mucho esfuerzo, pero tuve compañeros excelentes y solidarios, quienes muchas veces, me traían a casa, fotocopias y carpetas para que yo no abandonara. Le debo mucho a mis compañeros”.
– ¿En qué año regresó a Tucumán?
– Volví en el año 1981, hice el reingreso a la Facultad, pero lamentablemente, por problemas familiares, no pude cursar las materias durante siete años, me reinscribía, pero no podía cursarlas. Luego sí, con muchas ganas, pude continuar hasta finalizar. Me llevó muchos años, pero logré hacerlo y estoy muy contenta. ¡La verdad es que extraño tanto la Facultad! Es mi segunda casa, todos me trataron muy bien. Estoy agradecida de los profesores, de mis compañeros, de las agrupaciones estudiantiles, y del Lic. Luis Pérez Vides (Sec. de Bienestar Estudiantil de la Facultad), entre otras personas, por todo el cariño que me dieron. Lógicamente tuve que hacer un gran esfuerzo y poner muchas ganas para poder aprobar las materias, no porque era viejita y con bastón (se ríe) me regalaban algo. Tuve ayuda de todos, los consejos de los profesores me ayudaron mucho y aquí estoy. ¡Soy Contadora! (expresa con alegría).
– ¿Cuándo se recibió?
– Yo rendí Matemática Financiera pensando que era la última materia, pero me faltaban créditos, por lo que tuve que rendir dos materias más y me recibí en el primer llamado de este año, en febrero de 2020.
– ¿Qué significa para Usted tener su título universitario?
– Podría decirse y como algunos piensan por mí, que es una realización personal. Yo creo que sí, puede ser una realización personal, pero fíjate que yo no lo tomo tan así, porque yo quiero trabajar en algo de mi profesión, toda mi vida trabajé en Contabilidad, entonces quiero hacer algo más. Le dije a la querida vicedecana, Mg. Liliana Pacheco: “me voy a especializar en Impuestos”. Si bien, no haré Posgrado porque ya no puede ir a la Facultad, tal vez pueda tomar algún curso en el Colegio de Graduados y lo voy a hacer en la medida que mi salud me lo permita. Yo por ahora, enseño en mi casa y ese es mi ingreso.
– Desde su experiencia ¿Qué mensaje les daría a los jóvenes? Tanto a aquellos que están iniciando una carrera universitaria, como aquellos que ya están por terminar sus estudios de Grado.
– El mensaje para los chicos que recién comienzan: que lo hagan con entusiasmo, que piensen que van a entrar a la vida universitaria y que lo hagan con alegría, que perseveren, que no se dejen vencer por una materia que les resulte difícil ¡Adelante! No se queden, estudien.
A quienes se están por recibir: les deseo éxito en la carrera, que encuentren un lugar en la actividad, les deseo mucha suerte. No paren, si se están por recibir, no malgasten el esfuerzo que hicieron para llegar, han estudiado, se han desvelado, entonces no lo dejen, el título es para ustedes, para hacer grande a nuestro país.
– ¿Qué fue lo que a Usted la mantuvo con esa esperanza y esa fuerza para poder terminar sus estudios universitarios?
– Siempre quise ser Contadora, siempre dije: “tengo que llegar, como no voy a poder”. Si bien al último pensaba: “ya estoy vieja, pero aún puedo llegar, tengo que hacerlo”, me decía a mí misma. ¿De qué valió tanto esfuerzo, trabajando y estudiando de noche? Entonces pensaba: “tengo que realizarme”.
Emocionada al borde de las lágrimas, al finalizar la entrevista Yolanda nos dijo: “quiero contarles que extraño tanto a la Facultad, a todos: el bar, la fotocopiadora y todas las personas que me ayudaron. Estoy muy agradecida. También quiero agradecer especialmente a la Facultad de Ciencias Económicas y a sus autoridades por haberme ayudado a hacer mucho más llevadero este tiempo y del que guardo muy gratos momentos en mi corazón. A todos ellos les envío un gran saludo y deseo que nuestra Universidad siga brindando tanto apoyo a la juventud como lo viene haciendo desde siempre”.