La puesta en órbita del satélite Saocom 1B marca otro hito en la breve carrera espacial que inició la Argentina con el ARSAT 1. Este hecho, además, reafirma el compromiso en la formación de recursos humanos y de la relación entre el INVAP (Investigación Aplicada), una empresa dedicada al diseño y construcción de sistemas tecnológicos complejos y la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (FACET) de nuestra Universidad.
Así lo señaló el Decano de dicha unidad académica, el Dr. Ing. Miguel Ángel Cabrera, quien recordó que la FACET ha venido aportando recursos humanos prácticamente desde el nacimiento del INVAP y, actualmente, seis ingenieros se encuentra trabajando allí.
“En 2010, en el Laboratorio de Telecomunicaciones donde trabajo, generamos dos proyectos para INVAP. Uno fue una fase para una antena de radar de vigilancia, que nos encargaron e hicimos el diseño; el otro, fue un simulador de retorno de señales de radar”, recordó el Decano.
La vinculación se mantiene, a tal punto que en la FACET, bajo la dirección del Ing. Mariano Fagre, trabajan en el diseño de un modelo para el guiado de aviones en fase de aterrizaje.
“Se está tratando de guiar el aterrizaje mediante GPS ya que actualmente, cuando las señales se propagan a 30.000 kilómteros de la Tierra, la señal se distorsiona debido a que la atmósfera interfiere en las señales de radio y eso se manifiesta en un error de altura del avión”, añadió Cabrera.
En tal sentido, se firmó un convenio de cooperación, y actualmente hay otro para trabajar este tema, que se está haciendo en la FACET. “Todo el modelado computacional e INVAP va a aportar los equipos para las pruebas finales. Estos equipos guiados que se montan en las cabeceras de los aeropuertos se llaman GBAS”, precisó.
Por último, el Decano ponderó el trabajo que realiza la UNT y Argentina que se manifiesta en la concreción de la producción de este satélite.
“Esto de poner en órbita heliocéntrica un satélite de observación para la Tierra, muestra que la capacidad de nuestros ingenieros está sobrada. Por supuesto que la Nación tiene que tener claras sus políticas de Ciencia y Tecnología, que permitan que el país salga del modelo agroexportador; un país desarrollado es un país que, netamente, tiene valor agregado a su producción debido a la tecnología que produce”, concluyó.