A partir del año 2012, la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Servicio Social decidió que el 10 de diciembre sea el Día del Trabajo Social Argentino.
"El 10 de diciembre es el Día Universal de los Derechos Humanos y la propuesta de fijar esta fecha como Día del Trabajador/a Social en la Argentina implica asumir una clara posición política e ideológica en nuestra profesión, colocando la cuestión de los Derechos Humanos como eje central de nuestro proyecto ético-político como colectivo profesional", argumentó la Federación.
La Ley Federal del Trabajo Social Nª 24.072, sancionada el 10 de diciembre de 2014, afirma en su artículo 4 que se entiende por Trabajo Social “a la profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el Trabajo Social. Respaldada por las teorías del Trabajo Social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el Trabajo Social involucra a las personas y estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar”.
Desde Medios UNT, dialogamos con la Lic. Karina Dulce, docente de la carrera en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, quien expresó: ''El trabajo social es una lucha constante y colectiva en defensa de los Derechos humanos. Es un camino que 'desandamos' con las personas con quienes trabajamos descubriéndonos mutuamente en la búsqueda de una situación superadora. El trabajo social es un compromiso que se asume desde, y se entiende como la restitución de los derechos en una intervención crítica y conjunta de la teoría y la práctica. Es un camino marcado por la cuestión social y las desigualdades sociales, en el que insistimos con perseverancia en la transformación de situaciones sociales problemáticas''.
A su vez, contó cómo es hacer docencia en trabajo social: ''La docencia es un doble compromiso, en el que se conjugan ejercicio profesional y el proceso de enseñanza-aprendizaje. En el aula se aprende enseñando. Cuando el proceso se da en un espacio de respeto y participación, los estudiantes se involucran en su formación, que a la vez es también la nuestra. Buscamos una construcción colectiva del conocimiento, que nos permita analizar e intervenir en distintos contextos con la formación como herramienta y los derechos humanos como medio y fin de realidades más justas e inclusivas'', culminó.
Por otro lado, la Lic. Ángela Medina, egresada hace pocos meses, compartió sus palabras en el marco de la fecha: ''Si bien a lo largo de la carrera tuvimos numerosas definiciones de trabajo social, de diversos autores, yo me quedo con la que dice 'trabajo social es una práctica y una disciplina que busca secundar el desarrollo de vínculos humanos y fomentar los cambios sociales teniendo en cuenta el bienestar de las personas'. Me quedo con esta definición porque explica muy bien nuestra profesión''.
Además, Medina contó cómo es la transición: el paso de ser estudiante a ser una profesional en la carrera, y cuál es su mirada desde ambos lugares: ''Como estudiante, antes, y actualmente, como egresada, tengo miradas similares por un lado, pero a la vez también hay diferencias; como estudiante uno idealiza la carrera, se va imaginando, hay muchas expectativas, y ahora, hablando desde lo personal, la realidad muchas veces supera lo que uno se imaginaba desde la óptica estudiantil''.
También expresó cómo fue su inserción en el campo laboral: ''Desde una mirada subjetiva, yo tuve la dicha de terminar mi carrera, y a los dos meses, aproximadamente, pude conseguir trabajo: una tarea que me genera satisfacción, que diariamente es reflexión y aprendizaje, es trabajo en conjunto''. ''Es muy importante el rol que cumplimos en las labores cotidianas, asumiendo responsabilidades ante la falta de bienestar de aquellas personas cuyos derechos se encuentran vulnerados, sugiriendo intervenciones interdisciplinarias para poder abordar de manera compleja las problemáticas. Una de las técnicas más poderosas que tenemos es la escucha, el poder escuchar e interpretar lo que las personas necesitan de nosotros, de nuestra intervención'', finalizó.