“La Facultad de Agronomía plantea que sus egresados alcancen una agricultura sustentable”

El Día Internacional de la Conservación del Suelo, se celebra cada 7 de julio desde el año 1963.

Se eligió este día en particular, en honor al científico estadounidense Hugh Hammond Bennett, quién dedicó su vida a demostrar que el cuidado del suelo influye directamente en la capacidad productiva de los mismos o como el mismo lo decía: “La tierra productiva es nuestra base, porque cada cosa que nosotros hacemos comienza y se mantiene con la sostenida productividad de nuestras tierras agrícolas”.


Por ello, desde Medios UNT consultamos a la Dra. Ing. Agr. Silvia Constanza Guillén (imagen superior), Profesora de la cátedra Ecología de la Facultad de Agronomía y Zootecnia (FAZ) de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y Profesora Encargada de la asignatura Saneamiento Ambiental.

¿Cómo estamos hoy en Tucumán respecto del cuidado del suelo en la agricultura y qué grado de compromiso tiene el sector productivo?
En nuestra provincia, el cuidado del suelo en la agricultura, tiene diferentes grados de relevancia. Existen sectores productivos donde las técnicas de conservación de suelo tienen un alto nivel, tanto en relación a la fertilidad física como química y en el manejo integral del vector suelo. Esto revela un compromiso, no diría del sector productivo agrario en su totalidad, sino de grupos de productores con una conciencia y actitud hacia la conservación de los recursos y en especial del suelo. Es el caso de determinados productores de granos, asociados a ciertos sistemas de manejo de cultivos, y productores de frutales, como cítricos y palta; y de caña de azúcar, entre los cultivos de mayor volumen de producción en la provincia. Existen, además, los productores que realizan actividades bajo la mirada agroecológica, principalmente los dedicados a las actividades hortícolas -que es un sector que va creciendo- y casos puntuales de producción orgánica certificada. En estos sistemas, la salud del suelo es uno de los ejes principales sobre el que se basan sus producciones.

Particularmente, en la tesis doctoral que realicé en la Universidad Politécnica de Madrid, desarrollé un “Modelo de Valoración de la Sostenibilidad en Agroecosistemas de Limón y Caña de azúcar”. Este modelo empírico-matemático se generó sobre la base del análisis del vector suelo y luego lo replicamos y adaptamos a otros sistemas productivos como soja, hortícolas, feedlot, agroindustrias. La sostenibilidad es un concepto que busca mantener las actividades en el tiempo, intentando legar a las próximas generaciones los recursos necesarios para vivir, lo cual se puede alcanzar si se equilibran los objetivos económicos con los ambientales, sociales e institucionales. Los resultados de las valoraciones de los diferentes agroecosistemas estudiados indican la necesidad de seguir trabajando para alcanzar una Agricultura Sostenible. Y en todos los casos el vector suelo es un área a mejorar.
Junto a la Lic. María Inés Canelada, también de la Cátedra de Ecología, somos coordinadoras -por Tucumán- de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS). Estos objetivos mundiales, acordes con la Agenda 2030, contemplan diversos aspectos. El Objetivo número 15 es “Vida de Ecosistemas Terrestres”, donde se proponen acciones para la salud del suelo que comprometen no solo a los profesionales relacionados con la producción agraria, sino con la población en su totalidad. Cada habitante se debe involucrar para alcanzar estos ODS en su entorno próximo.

¿Qué importancia tiene la formación profesional en este sentido?
El suelo es el soporte de nuestras actividades y nos brinda servicios ecosistémicos para la vida, las actividades productivas y recreativas. A su vez, es quien recibe residuos y efluentes. Por ello, la conservación, y en algunos casos la restauración, deben ser con abordaje sistémico, profesional y multidisciplinario. La Facultad de Agronomía y Zootecnia plantea en los perfiles de sus egresados que sean capaces de alcanzar una agricultura sustentable. Es por ello que se capacitan en manejo sostenible del suelo en diferentes asignaturas como Ecología, Agroecología, Edafología y Uso del Suelo. Particularmente, los alumnos de Medicina Veterinaria aprenden en Saneamiento Ambiental los manejos preventivos y curativos en relación a los residuos y la contaminación de suelo. 
La formación profesional es altamente necesaria para la conservación del suelo y se requiere de la participación de diferentes miradas y saberes, la conjunción de la formación de grado y posgrado junto a los conocimientos ancestrales. La Gestión Ambiental es la herramienta para asistir al manejo integral y sostenible del suelo, por lo que es un área de conocimiento imprescindible; los alumnos de la FAZ se capacitan en instrumentos como la Evaluación de Impacto Ambiental aplicada a proyectos agropecuarios. 

Con Alumnos del “Voluntariado UNT hacia una comunidad sostenible”.

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