El 16 de septiembre de 1976 se inició un operativo conjunto de efectivos policiales y del Batallón 601 de Ejército para capturar a un grupo de jóvenes que tenían entre 16 y 18 años, que en su mayoría eran integrantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Por esto, esa fecha fue declarada “Día de los derechos de los estudiantes secundarios” en conmemoración de la denominada “Noche de los Lápices”.
Es en ese marco que las marchas por el Boleto Escolar Secundario (BES) se dieron en un contexto de alta conflictividad social y política. Durante septiembre de 1975, en La Plata y otras ciudades del país se movilizaron miles de jóvenes. Fue en La Plata donde, a partir del reclamo, se logró una tarifa diferencial para los secundarios, a pesar de que la fuerte represión se hacía sentir en la ciudad.
Ese día, grupos de tareas conducidos por el general Ramón Camps secuestraron a seis estudiantes secundarios de La Plata: Claudia Falcone (16 años), Francisco López Muntaner (16 años), María Clara Ciocchini (18 años), Horacio Ungaro (17 años), Daniel Racero (18 años) y Claudio de Acha (18 años). La lista de secuestrados quedó integrada por unos 340 adolescentes de todo el país. Los primeros seis continúan desaparecidos.
Esta efeméride es la oportunidad de pensar y analizar la forma que tiene en el presente la organización de los sectores juveniles, en relación a la conquista de derechos y a la luz de procesos históricos.
Si bien se intenta hacer ver que la única consecuencia de los secuestros fue el reclamo por el boleto estudiantil gratuito, no se trató solamente de eso ya que las raíces se pueden encontrar analizando el contexto histórico de alta politización, donde distintos sectores de la sociedad y la juventud no fueron una excepción.