Estudian la participación de los docentes previo a la última dictadura argentina

La profesora de la Facultad de Filosofía y Letras e investigadora de la UNT, Daniela Wieder cuenta que decidió su tema de investigación al ver un mural que tenía dibujado a un maestro descalzo con la frase: “No es justo que un maestro ande descalzo por el cielo”. La frase pertenecía al escritor tucumano Eduardo Rosenzvaig y a su libro sobre el dirigente monterizo Isauro Arancibia, quien condujo el gremio de ATEP y quien fue asesinado la noche del 24 de marzo de 1976. Además, le robaron sus zapatos y de ahí la imagen del maestro descalzo en el cielo.

Wieder señaló que el escritor Rosenzvaig instaló la idea del maestro descalzo “que es un símbolo del movimiento docente y de los procesos de memoria que se llevan adelante”. Agregó: “conocer la figura de Isauro y esta historia me hizo preguntar qué había pasado con el magisterio en el momento previo a la última dictadura, y qué rol habían tenido los maestros tucumanos que pueda explicar el ensañamiento de los militares con los maestros”.

Daniela Wieder investigadora y docente de la UNT.

La investigadora comentó que, con esa motivación, comenzó a reconstruir acciones y participaciones de los docentes tucumanos en los años ’60 y ’70. “Son años muy complejos para el mundo, para Argentina y para Tucumán en particular. Fueron años de grandes transformaciones, de alternancia entre dictadura y gobiernos constitucionales débiles, de transformaciones culturales, de muchos levamientos juveniles, donde coincidieron levamientos obreros con levamientos de estudiantiles en todo el mundo y en nuestro país”. La profesora de Historia indicó que, en ese contexto, el sector del magisterio no estuvo ausente puesto que creció a nivel organizativo y maduraron sus organizaciones. “Una característica de la época fue que los docentes unieron sus reivindicaciones, sus luchas particulares a las de otros sectores sociales que también estaba manifestándose en esta época”, precisó.

Wieder comentó que al reconstruir el proceso de lucha docente en Tucumán encontró un momento muy importante en 1959. “Ese año se registra la Gran Huelga Docente, donde las maestras locales abandonan durante 24 días las aulas y dictan clases en espacios alternativos como plazas, parques, clubes, iglesias y hasta en vagones de trenes. Ellos reclamaban por el salario; fue una huelga muy fuerte que fue reprimida y que el gobierno de Celestino Gelsi intentó desarticular. Si bien los docentes no consiguieron el aumento salarial, la huelga consolidó mucho más la organización docente”,

La investigadora reflexionó sobre otra característica de esa huelga y fue la participación de las mujeres. “Como sabemos, el gremio docente es un gremio feminizado porque la mayor parte de las trabajadoras de la educación son mujeres. Los ’60 fueron años de mayor participación femenina, y es así como vemos muchas mujeres sosteniendo actividades gremiales y participando en el espacio público. A partir de esta huelga empiezan a ocupar más cargos y tareas en la organización sindical”, afirmó.

El cierre masivo de ingenios

Daniela Wieber comentó que otro momento importante se dió durante la autodenominada Revolución Argentina, que empieza en 1966. “Es una dictadura que trajo una crisis de gran proporción en nuestra Provincia, es responsable del cierre de 11 ingenios azucareros que afectó a sectores vinculados a la actividad azucarera, pero también a otros sectores que no estaban vinculados de modo directo con la actividad, es el caso del sector educativo”, puntualizó. Agregó que a la represión, que ya se venía dando, se agregó una gran deserción escolar, el deterioro absoluto de los edificios educativos y el empeoramiento de las condiciones laborales de los maestros.

La investigadora comentó que pudo reconstruir cómo los maestros empezaron a oponerse a esa dictadura tempranamente por la crisis que se genera desde el año 1966 y por la situación represiva. “Las formas de participación y de lucha de los docentes excedieron al sindicato y más bien participaron por fuera del mismo, en los espacios laborales y junto a las comunidades más afectadas que estaban en lucha”, analizó.

Wieder destacó que el accionar sindical docente creció entre fines del ’68 y comienzos del ’69, cuando la Dictadura promovió una reforma educativa que avanzaba sobre la educación pública, promoviendo la educación privada y ligada al sector de la Iglesia Católica. “Se consolidaron como organización y manifestaron su apoyo a los ‘tucumanazos’, que fueron levantamientos estudiantiles y obreros en la Provincia. Los docentes no estuvieron ajenos a ese levantamiento. Hubo muchas huelgas y movimientos particulares de los docentes, como el Gran Congreso Nacional de Educación que se realizó en Tucumán en 1970”, reflexionó.

La joven investigadora explicó que ese acompañamiento de los docentes al reclamo de otros sectores sociales es una importante manifestación de lo que se denomina ‘retroalimentación de las luchas de los sectores populares’ durante la dictadura. “Esos elementos nos permiten explicar por qué el sector docente resultó aleccionado por la última dictadura. Todo ese pensamiento crítico del docente y esa capacidad de estar en todo el territorio, son factores que nos permiten explicar los motivos de la represión hacia ellos. Y conocer esa historia es aportar a los procesos de memoria, verdad y justicia”, concluyó.

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