Un desafío enorme, una responsabilidad muy grande y, a la vez, un proceso de aprendizaje vertiginoso. Así define Soledad Martínez Zuccardi el reto que implica dirigir la Editorial de la Universidad Nacional de Tucumán (Edunt). Doctora en Letras, docente e investigadora, la pasión por los libros se adivina en cada definición de Martínez Zuccardi, cuyo inicio de gestión en Edunt está colmado de ideas y de proyectos. De ellos habló en esta entrevista.
– ¿Por dónde crees que pasa el “deber ser” del sello editor de una universidad pública?
– Tiene el deber de contribuir a lo que se denomina “bibliodiversidad”, a poner al alcance del lector una diversidad de expresiones culturales, de voces y enfoques. Esto puede suponer a veces ir un poco a contrapelo de las editoriales que se rigen por criterios exclusivamente comerciales. La edición universitaria debería cubrir esos vacíos que otras editoriales no cubren, y atender propuestas que, pese a su valor o su calidad, difícilmente encuentran cabida en otros sellos. Creo además que una editorial universitaria debe trabajar para que el conocimiento científico y los saberes culturales circulen y lleguen a un conjunto lo más amplio posible de lectores, no solo a la comunidad universitaria.
– ¿Cuáles son los principales ejes de gestión planteados para esta nueva etapa de Edunt?
– De las múltiples aristas de la gestión editorial solo voy a mencionar algunas. Un objetivo central de esta nueva etapa es continuar afianzando y enriqueciendo el catálogo, con libros de excelencia que difundan conocimientos y experiencias ligados a la investigación científica y a la docencia, y también con propuestas de tono más divulgativo, destinadas a un lector no necesariamente especializado. Otro eje importante es evaluar el modo más adecuado de encarar la edición digital (sin abandonar el soporte papel). También reforzar la distribución y la comercialización, implementar la venta online desde el sitio web, e incrementar la visibilidad de la producción. El espacio de la librería es otro eje importante, que hay que potenciar como un espacio donde los lectores puedan encontrar los títulos de Edunt y de otras editoriales universitarias del país, y también libros de autores tucumanos en general.
– ¿Cuál es el principal capital de la editorial?
– El principal capital de Edunt es su valioso catálogo. Un catálogo que desde 2006, y a partir de las gestiones de María Celia Bravo primero y de Rossana Nofal después, se viene construyendo de modo sostenido. Está compuesto por casi un centenar de títulos de calidad, tanto desde el punto de vista de su contenido, de sus autores, de la diversidad de voces, como desde la perspectiva del cuidado de la edición y de la calidad gráfica. Otro capital fundamental es el equipo de la editorial, un grupo consolidado, que viene trabajando hace tiempo con un fuerte sentido de pertenencia a Edunt y a la Universidad. Y aquí me gustaría nombrar a Lucía Palermo, Valeria Cangemi, Griselda Addur, Luciana Vallejo, Pablo Donzelli, Martín Taddei y Paola Bernasconi.
– ¿Y qué aspectos deberían trabajar para mejorarla?
– Un salto fundamental (y urgente) es el lanzamiento del sitio web, actualmente en construcción, que incluya la posibilidad de compra con carrito. Se trata de una herramienta central tanto para la visibilidad de la editorial como para la comercialización. También debemos trabajar con miras a intensificar el ritmo de la producción (aunque los tiempos de la edición son de por sí lentos y muy complejos). Otra cuestión a trabajar con más intensidad es la difusión y el marketing, concediendo un mayor protagonismo al autor.
– ¿Cómo se puede integrar a Edunt con las nuevas tecnologías y qué herramientas piensan emplear para captar nuevos lectores?
– Un desafío central es, como decía antes, encarar la edición digital, para cuya difusión será fundamental la página web con e-commerce. También la incorporación de la tecnología audiovisual en la difusión de los libros: me refiero a videos muy breves que muestren al libro, y donde se vea el rostro del autor y se escuche su voz. Son videos que a partir de la publicación en redes sociales, en listas de distribución, en los medios de comunicación de la UNT, logran un alcance muy amplio. Y significan, a la vez, la elaboración de un contenido audiovisual en torno al libro impreso.
– ¿Qué autores y temáticas te gustarían ver plasmados en las futuras colecciones de la editorial?
– Pienso en series y colecciones muy comprometidas con la provincia y con la región, sustentadas en el afán de fortalecer nuestras identidades locales y alentar en los lectores un sentido de pertenencia orgullosa a nuestra cultura. En la conformación histórica de esa cultura jugó un papel importantísimo la misma UNT, próxima a cumplir los 110 años desde su inauguración en 1914. Algo que distingue a la UNT de otras universidades del país es la forja de una muy temprana y muy prestigiosa tradición intelectual y científica. Tucumán y el noroeste tienen brillantes intelectuales, científicos, escritores, artistas, filósofos, arquitectos, historiadores. Es difícil dar nombres sin caer en omisiones injustas. Un anhelo es que Edunt pueda poner en valor textos y autores significativos de esa tradición, aquellos que conservan la potencia para interpelar nuestro presente, pero que en muchos casos resultan hoy casi inhallables y por ello no son leídos. Y estoy pensado, como decía al comienzo, en sistematizar ese capital en libros hechos por reconocidos especialistas pero que no tengan un tono académico ni especializado, sino de divulgación: libros que lleguen a diversos sectores de la sociedad, en especial a las escuelas que en este momento necesitan material ligado a Tucumán y a la región.
– ¿Hay planes para articular el trabajo de Edunt con lo que publican las distintas Facultades de la UNT, y con la producción por fuera de la Universidad?
Sí, hay planes, hasta el momento con Humanitas, el sello de la Facultad de Filosofía y Letras, que viene trabajando con mucho empuje en los últimos años. Y hay que extender esa articulación a los sellos y los departamentos de publicaciones de otras unidades académicas también, desde luego. Es otro aspecto en el que hay que trabajar. Por otro lado, ya existe una buena articulación entre Edunt y los sellos de otras universidades nacionales, nucleadas en la red de editoriales universitarias REUN, siempre abierta a las capacitaciones, a los proyectos colectivos, a las coediciones. Y además, fuera de la universidad y en Tucumán mismo, estamos viviendo, me parece, un momento de efervescencia editorial, a partir de las ediciones universitarias, de la labor de sellos oficiales nuevos de la provincia y de algunas municipalidades, y también de varias pequeñas editoriales independientes, muchas de ellas con proyectos muy buenos. Creo que hay que pensar en una articulación que nos enriquezca a todos.
– En lo personal, ¿qué implica este desafío de gestión?
– Siento que es un desafío enorme y una responsabilidad también muy grande, y que hay todo un mundo que tengo que aprender a un ritmo vertiginoso. Implica un cambio de mi modo de vida: de los días consagrados a la lectura, el estudio, las clases, la escritura, a la combinación de esas tareas con los tiempos más agitados de la gestión. Y, por supuesto, imbricar todo ello con mi rol de madre de dos niños. Es un desafío que asumo con mucho entusiasmo, con muchas ganas de aprender, de trabajar y de hacer, y desde un gran amor por los libros, que llevo en mí desde niña. La tarea de editar siempre me pareció maravillosa. Por eso estoy muy agradecida con las autoridades de la UNT (el rector Sergio Pagani, la vicerrectora Mercedes Leal y el secretario general José Hugo Saab, de cuya secretaría depende Edunt), por haber confiado en mí para asumir este oficio apasionante.