La Universidad Nacional de Tucumán destaca, permanentemente, la labor y el compromiso de la comunidad estudiantil a la hora de involucrarse en proyectos socio comunitarios. Este es el caso de Nicolás Mamaní, Mariano Sinconi y Bianca Soria, recientes egresados como Arquitectos de nuestra Casa de Estudios, quienes lograron su título con un proyecto de expansión urbana y conexión entre Amaicha del Valle – Dpto. de Tafí del Valle – Tucumán. Esta innovadora tarea fue puesta en palabras por sus protagonistas para Medios UNT.
“Diagramamos una serie de centros funcionales, en los cuales se podrán desarrollar actividades en relación al sitio, y de este modo generar un nuevo centro en los cuales se irían articulando y conectando con una serie de anillos urbanos. El camino e inspiración para la investigación del proyecto fue el sitio, la cultura y la gente, un lugar donde el que conoce o pudiera conocer le ocurriría una conexión al instante. Te atrapa, te llena, te da mil sensaciones y te adopta como uno comunero más, como les pasó a Mariano y Bianca”, destacó Nicolás que ya era parte de la comunidad desde que nació.
Asimismo, el egresado de la UNT explicó el proceso de investigación que sentó unas bases sólidas para transformar la comuna en un gran atractivo turístico. “En esta primer etapa, se trató de un sitio para aprender y conocer a la comunidad, al ser un pueblo originario a través de un documento: la Cédula Real de 1716, reconociendo a los pueblos originarios como poseedores de las tierras. Estos espacios fueron una Escuela o sitio de aprendizaje, una Biblioteca o sito del conocimiento y un Centro de Convenciones o sitio de Transferencia del conocimiento, los tres articulados por caminerías y espacios secundarios para diferentes actividades afines a los mismos. Estos espacios se pensaron para que, tanto el comunero como el visitante, puedan llenarse de conocimiento y acentuar, aún más, la identidad del lugar”.
Más adelante, los autores de este proyecto social destacaron: “El proceso fue planteado desde el comienzo, o 'día cero', como un trabajo en conjunto con la gente del lugar; contamos con la escuela primaria N°10 Claudia Vélez de Cano, la escuela secundaria Agrotécnica, la Comunidad de Amaicha del Valle, el Cacique y el Concejo de Ancíanos, la Comuna y el Centro Cultural los Zazos. En cuanto a los docentes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU-UNT), resaltaron el aporte de la Arq. Patricia Rodríguez Anido, Abel Tannuré, Paliza Ramón y Coronel Beatriz.
Por otro lado, Bianca habló sobre las sensaciones que le dejó esta experiencia. “Actualmente vivo en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Paralelamente, en el proceso de realizar la carrera, fui desarrollándome laboralmente en proyectos integrales de amoblamientos residenciales y equipamientos corporativos. Inicialmente, este trabajo surgió por medio de extensión universitaria. En un principio era un programa ambicioso, por el hecho de que no queríamos dejar de lado las poblaciones contiguas como Ampimpa y Los Zazos, buscamos dotar de infraestructura para unificar los sectores otorgando distintas funciones urbanas, distribuyendo en el espacio para que sea equitativo”.
“Personalmente, considero que es muy importante para poder garantizar determinados aspectos a la población que la habita. Siento que este es el camino a seguir para lograr una arquitectura equitativa consciente con el lugar y que otorgue identidad. Deseo que, con esto, logremos alentar a los demás estudiantes de nuestra Universidad para que sus proyectos estén acompañados por la participación ciudadana, ya que ofrece la oportunidad de desarrollar una arquitectura que introduce al usuario en ese entorno construido, permitiendo a la población tomar posesión del espacio haciéndolo propio”.
Para Mariano, la tarea representó un gran avance en su desarrollo profesional. “Fue un desafío desde el primer momento, comprendí que debía asumirlo con mucha responsabilidad. Lo tomé no solamente como un proyecto final de la carrera, sino más bien asumirlo como un proyecto lograble, ejecutable y devolverle a la sociedad, en este caso a la comunidad de Amaicha del Valle, a modo de retribución, por las oportunidades brindadas para que hoy pueda ser arquitecto”.
Sobre el futuro y el rol que la arquitectura debe cumplir según su visión, Sinconi marcó: “Uno debe estar abierto a todos los factores espaciales, ambientales y humanos simultáneamente. Teniendo claro que el espacio en el que uno va a intervenir no pertenece a los arquitectos, tampoco a los urbanistas, pertenece a las personas que lo habitan, que lo recorren y que lo viven. Las respuestas a las necesidades planteadas no pueden ser tomadas con enlatados universales, sino más bien construidas en conjunto. Una buena arquitectura no solamente se logra con los materiales más lujosos o la técnica constructiva más novedosa, sino también que intervenir desde nuestro lugar es también lograr una mejora en la calidad de vida de toda la sociedad, que no sea un privilegio para unos pocos”.
Finalmente, Nicolás expresó el orgullo que siente por ser parte de la Casa de Estudios y dejó un sentido mensaje a los jóvenes que están iniciando su carrera. “La UNT, para mí, es como tener un tercer hogar de estudio: el primero, mi Escuela de Amaicha del Valle; segundo, mi secundaria en la Escuela Abel Acosta -en Santa María Catamarca-, y tercero, la UNT, un espacio que uno puede sentir cuando llega que es posible lograr grandes cosas, donde conocí grandes profesionales y excelentes profesores. La FAU permite eso que uno pueda generar ese vinculo desdés el primer momento, así que para mi significa eso: la UNT un lugar para poder pensar en grande”.
Particularmente mi mensaje va para esos jóvenes que vienen de afuera de esos pueblos olvidados o no que en su cabeza quieren lograr cualquier meta, sepan que la perseverancia en las cosas logra frutos en la vida, y poder atravesar una vida académica en cualquier espacio o carrera es una de las mejores experiencias que pueden tener, así que a mentalizarse, puede o no demorar, pero nunca dejar de pensar que lo van a lograr”.
