En esta segunda parte del Ciclo de Cine “40 años de Democracia” presentaron la Película “El Juicio” un documental argentino escrito y dirigido por Ulises de la Orden. Trata sobre el material de archivo sobre el juicio a las juntas militares de la última dictadura en Argentina.
Allí los investigadores de CECAC (Centro de Estudios de Cultura Audiovisual Contemporánea) abordaron como temática, la vinculación entre lo audiovisual y el período democrático en sus tres grandes ejes problemáticos. En este sentido, Medios UNT charló con el Dr. Eduardo Russo de la Universidad Nacional de La Plata sobre la importancia de estas instancias de formación.
“Es una película que está hecha a partir de una experiencia de registro televisivo del juicio de las juntas, pero que se convierte a partir de lo que se va a estructurar en esas tres horas en una experiencia estrictamente cinematográfica que hace que por la mirada y la escucha empiece a surgir una dimensión de verdad que se hace especialmente efectiva, además de esto que tiene que ver con un efecto de descenso de los infiernos, que es confrontarse el espectador o la espectadora frente al terrorismo de Estado. Creo que es una experiencia que de pronto uno viéndole y atravesando esas tres horas, percibe claramente cómo se conjuga esta demanda que la sociedad en este momento tiene que redoblar, que es la exigencia de memoria, verdad y justicia. Las tres dimensiones se conjugan acá de una manera magistral. La memoria, por un lado, la verdad que va surgiendo a lo largo de los alegatos y los testimonios del juicio, y cómo se va viendo la emergencia de esa verdad, y al final lo que tiene que ver con hacer justicia. En el sentido, en el caso argentino, a veces nos olvidamos hasta qué punto es un país de referencia en el ámbito global de haber podido hacer esto en su momento, y que ha dejado huellas como, bueno, hasta en estos mismos días se está comprobando que estos anticuerpos funcionan, ¿no? Y que entre cualquier tipo de avance de una amenaza fascista o de una amenaza antidemocrática, estos anticuerpos permiten que haya un estado de lucidez que permite que la democracia pueda celebrar el año que viene el aniversario del 41, aparte de que estemos celebrando el 40 aniversario”, puntualizó.
Por su parte el Director de la Escuela de Cine, Juan Carlos Veiga declaró "Hoy transcurrimos el segundo bloque de este ciclo de cine a partir de la convocatoria de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles. Acudimos muy contentos desde la escuela a armar una programación con un corto pero interesante ciclo con tres películas relacionadas con estos 40 años de democracia que se cumplen este año y que de ninguna manera debemos dejar de recordar. Hoy en esta segunda oportunidad con una película muy interesante, inédita, estrenada hace muy poco en Tucumán. Tenemos la oportunidad y el privilegio de compartirlo con el doctor Eduardo Russo de la Universidad de La Plata que fue periodista e hizo la cobertura del juicio en aquellos años, que es uno de los críticos y analistas audiovisuales más importantes que tiene nuestro país. Así que bueno, una oportunidad muy buena para reflexionar, para seguir pensando de lo que son estos 40 años de democracia que contamos no solamente en nuestra universidad sino toda en la comunidad de nuestro país", remarcó.
A su vez la Dra. Rossana Nofal se mostró entusiasmada por ser parte de la Mesa Panel previa a la proyección y dijo "El Juicio de Ulises de la Orden y "1985" de Mitre parten de un mismo material testimonial que es el juicio de la Junta, los distintos discursos y creo que lo que vamos a tramitar, a discutir, a poner en escena tiene que ver con esta cuestión de editar el testimonio. Por otro lado, yo me sumo a una importante mesa panel con Eduardo Russo y con Aldo Ternavasio para preguntarnos sobre el valor de las sentencias. Creo que en este momento de debate sobre temas de memoria y derechos humanos, las sentencias como texto ganan una centralidad fundamental en el campo de estudios de las memorias en conflicto porque ese es el legado. El texto, la justicia, el delimitar el universo de culpables e inocentes va a ser nuestra transmisión generacional de que hablamos cuando hablamos de justicia. Frente a esta contundencia, a la verosimilitud de este texto, no hay lugar a posiciones negacionistas porque acá han actuado los tribunales de justicia, los tribunales civiles, ha habido derecho a la defensa, ha habido alegato. Entonces digo, este texto, tenemos en las manos, esta materialidad de la memoria y el desafío es ahora cómo contamos esa historia. Creo que el cine, la gran máquina de contar historias del siglo XX, revisitada en el siglo XXI, tiene mucha experiencia para transmitir. Y además creo que la película se inscribe, por un lado, en la experiencia vivida, en la experiencia de las mujeres y los hombres que han sufrido la historia, pero también se inscribe en el horizonte de expectativa, lo todavía no, lo por ver", enfatizó.