Investigadoras estudian un nexo entre esterilidad masculina y VPH

Por Daniela Orlandi

Investigadoras de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) estudian un posible nexo entre los casos de infertilidad masculina sin causa aparente (conocidas como idiopáticas) y el virus del papiloma humano (VPH) o human papillomavirus (HPV) como se lo conoce por sus siglas en inglés. Para desentrañar esa hipótesis, las investigadoras trabajan en colaboración con el laboratorio de Embriología del servicio de Medicina Reproductiva de la Maternidad, que aporta las muestras de semen para analizar.

De acuerdo a datos de organismos internacionales de salud, el VPH es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes: afecta a un 20% de la población mundial entre 15 y 50 años. Más de la mitad de las personas sexualmente activas se infectan con este virus por medio del contacto genital, anal u orogenital, al menos una vez en la vida. Estudios de diferentes partes del mundo buscan comprobar una posible conexión entre la infertilidad femenina y masculina (sin causa aparente) y la infección por VPH, pero aún no existen resultados concluyentes. Sin embargo, la bibliografía es mucho más abundante para el caso de mujeres que de hombres.

Ana María Zamora y Marcela Susana Medina, investigadoras y docentes de la cátedra de Virología de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia en la UNT iniciaron el estudio del posible vínculo entre infertilidad masculina y el VPH hace dos años. Señalaron que estudios internacionales constataron que el VPH modifica los parámetros espermáticos como PH, viscosidad y motilidad. “Sin embargo, eso no implica que produzca infertilidad, pero debe estudiase para ver si existe una relación”, consideraron.

Zamora indicó que cuando se habla de la infertilidad asociada a microorganismos, puede tratarse de bacterias o de virus. “El virus es menos evidente que la bacteria, no se nota bien. Entonces hay que hacer un estudio muy específico. Nosotros empezamos a analizar los casos de infertilidad masculina idiopática buscando la presencia del VPH, pero luego buscaremos otros virus en las muestras que también puedan vincularse con la infertilidad”, argumentó.

Medina afirmó que estudios internacionales observaron que el VPH produciría la fragmentación del ADN del esperma y ese sería un elemento más para analizar su posible vínculo con la infertilidad. Cuando una pareja tiene problemas de fertilidad, en el caso del hombre lo primero que se hace es un espermograma para analizar los parámetros espermáticos en general. La investigadora comentó que, a partir de esa muestra, ellas detectan molecularmente el VPH por medio de una PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real.

VPH y cáncer de cuello uterino

Marcela Susana Medina explicó que las mujeres suelen asustarse ante el diagnóstico de VPH pero lo cierto es que, aunque hay muchísimos casos de personas con el virus, en las estadísticas pocas veces genera una infección persistente y menos veces aún termina en cáncer de cuello uterino.

“De 10 mujeres que se infecten con PVH, solo 2 o 3 van a desarrollar una infección persistente. Y de ese total que desarrollan la enfermedad persistente, solo el 5% va a desarrollar cáncer cervicouterino”, puntualizó. En general, el virus es eliminado del organismo gracias a la acción del sistema inmune.

Se conoce que existen alrededor de 200 genotipos de VPH. Pero sólo 40 se consideran importantes porque representan un riesgo para la salud humana. Ana María Zamora comentó que, en general, los genotipos causantes de cáncer a nivel mundial son el 16 y el 18. Y agregó que, también esos genotipos, estarían vinculados con los casos de esterilidad.

Virus del VPH en boca

Las investigadoras tucumanas, que son líderes en el Noroeste argentino en el estudio de virus infecciosos respiratorios, esta vez pusieron la mirada en el VPH. Comenzaron a analizar fluidos de la boca para detectar la presencia de ese virus y posteriormente correlacionarlo con el cáncer orofaringeo.

El VPH no sólo afecta a las mujeres con el temido cáncer de cuello uterino y el cáncer de vulva. También puede provocar verrugas genitales, cáncer de ano y cáncer orofaringe, en ambos sexos. En el caso del hombre puede producir cáncer de pene.

Las investigadoras tucumanas comentaron que el VPH produciría como cáncer más frecuente en el hombre el orofaringeo y tendría que ver con una modificación de las prácticas sexuales. Las científicas advirtieron que en nuestra Provincia no existen estudios previos en la temática.

Zamora y Medina en la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT

Zamora y Medina empezaron a analizar muestras de la boca de voluntarios tucumanos para detectar la presencia del VPH. Convocaron a los comprovincianos de ambos sexos, de entre 18 y 44 años, a tomarse muestras en su laboratorio para, previo consentimiento informado, analizar la presencia del virus. Agregaron que no está estandarizado el tipo de muestras que deben tomarse para detectar la presencia del VPH en boca. Sin embargo, las tucumanas trabajan de dos formas: con muestras de saliva bucal y con hisopado de las partes blandas de la boca.

Zamaro indicó “queremos ver la prevalencia de VPH en boca de hombres y mujeres jóvenes y luego genotipificar los casos que den positivo. En especial queremos detectar los genotipos 16 y 18 porque son los más asociados a casos de cáncer”. Advirtió que tener esos genotipos no significa necesariamente que la persona vaya a desarrollar cáncer, porque se necesita que otros factores confluyan. Por último, precisó que los casos de cáncer orofaringeos vinculados al VPH, suelen tener mejor pronóstico que los vinculados al tabaquismo y alcoholismo.

Financiamiento de los estudios

Las investigadoras comentaron que el estudio del posible nexo entre infertilidad masculina idiopática y VPH es financiado por la UNT por medio de un proyecto PIUNT. En tanto que, la investigación sobre la presencia de VPH en la boca y lengua de los tucumanos para ver su prevalencia se realiza “a pulmón” con los recursos de la cátedra de Virología.

Integran el equipo de investigación junto a Zamora y Medina: el bioquímico Gustavo Ruiz de Huidobro, la bioquímica y farmacéutica Eliana Gisel Palazo y la doctora en biotecnología Pamela Zareath Baptista Terán. Y la cooperación del doctor en ciencias biológicas, docente de la UNT y director del laboratorio de Embriología de la Maternidad, Federico Bonilla.

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