“Argentina podría posicionarse como el segundo productor mundial de gas”

Un tercio de la energía que se consume en el mundo corresponde al gas y es considerada la fuente de energía fósil más amigable con el ambiente. Aunque no se trata de una energía limpia del todo, su impacto es menos negativo en el ambiente que el de otras fuentes como el carbón. Argentina tiene la paradoja de poseer vastos yacimientos que podrían abastecer de gas al país e inclusive permitirían la exportación, pero carece de obras de infraestructura para transportarlo.

Vaca Muerta es una formación geológica ubicada en Mendoza y Neuquén, principalmente y, genera un 50% de la energía que se consume en Argentina. Los expertos en minería estiman que el yacimiento podría convertirse en unos años en el gran reservorio de gas del mundo. Para profundizar sobre el tema, Medios UNT dialogó con el geólogo, Roberto Lencina, docente de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo de nuestra Universidad, especialista en mediación de conflictos relacionados a la actividad minera e integrante del Observatorio Ambiental de la UNT.

¿Cómo se abastece de gas Argentina?

R.L. Argentina importa gas en estos momentos de Brasil, de Chile y de Bolivia. En el caso de Bolivia, consiguió una extensión de contrato hasta el mes de septiembre de 2024, momento en el cual nuestro país estima finalizar la reversión del gasoducto que permitirá no sólo importar gas de Bolivia (cuyas reservas están decreciendo), sino también exportar el gas de nuestros yacimientos.

¿Cuál es el principal problema de Argentina para autoabastecerse?

R.L. Tenemos un problema de déficit de infraestructura en el transporte. Tenemos la materia prima, especialmente gas, producto del yacimiento Vaca Muerta, que es una formación geológica que abarca una extensión realmente muy importante de las provincias de Neuquén y Mendoza, de la cual se extrae el petróleo y el gas.

Para el consumo de gas hay que considerar tres cosas fundamentales: dónde se genera el gas, cómo se transporta y cómo se distribuye.

¿Cómo es la infraestructura para transportar gas en Argentina?

R.L. La infraestructura para transportar gas en Argentina es insuficiente y se requiere inversiones que ya se están realizando. Algunas obras estaban paralizadas o atrasadas. En definitiva, una vez concluidas estas obras, no sólo va a permitir el autoabastecimiento de gas para toda Argentina sino también la posibilidad de exportar gas a los países que nos importan, especialmente a Bolivia y a Chile.

¿Existe un proyecto para producir gas licuado?

R.L. Creo que la obra más importante y esperada en Argentina es la planta de licuefacción de gas natural, con la que estaríamos en condiciones de exportar para 2030, valores de hasta 30.000 millones de dólares anuales.

Cabe destacar que YPF, junto a una petrolera malaya, buscan construir una planta de licuefacción de gas con capacidad para producir hasta 25 millones de toneladas de gas natural licuado GNL. El proyecto incluye el transporte del gas, producido en Vaca Muerta, por un gasoducto de 620 km hasta la terminal de procesamiento en Bahía Blanca.

¿En cuánto tiempo se ampliaría la producción de Vaca Muerta?

R.L. Vaca Muerta ya produce una cantidad importantes de gas y su capacidad es creciente. Hoy está desarrollado en un 20 a 25% de su capacidad y su ampliación depende de las inversiones en exploración, de las inversiones para la construcción de las instalaciones para la extracción, el procesamiento y el transporte.

¿Cuán importante es la obra de Reversión del Gasoducto Norte?

R.L. Muy importante porque nos va a generar autonomía e independencia de ese recurso, especialmente en las provincias del norte argentino. Se estima que los trabajos van a concluir en septiembre de este año.

Lo que necesitamos es tener la capacidad de transportar el gas que producimos en Vaca Muerta hacia las provincias del norte argentino. En este momento, ese gasoducto viene en la dirección Bolivia- Argentina, lo que se necesita es una obra de infraestructura que se está realizando en este momento para invertirlo, es decir, llevar gas desde Argentina hacia Bolivia.

¿Cuál es el potencial de Vaca Muerta?

R.L. Es enorme. Se va a convertir, según las estimaciones y datos, en el segundo yacimiento mundial de gas cuando esté en pleno desarrollo. A esto habría que sumarle lo que pueda conseguirse con los nuevos proyectos de exploración dentro de la plataforma continental argentina, donde hay al menos dos grandes áreas que se están explorando. Pero se necesita tiempo y más dinero de inversión para conocer el potencial de ese recurso

Siendo optimistas, sumando el potencial de Vaca Muerta y de la exploración de hidrocarburos offshore (costa afuera), Argentina podría posicionarse como uno de los países líderes en generación y exportación de energía, en este caso de hidrocarburos como gas y petróleo.

¿Cómo ve el futuro energético de Argentina?

R.L. El futuro energético argentino tiende a electrificarse. El gas y el petróleo, combustibles fósiles, representan más del 80% del consumo energético del país, con muy poca participación todavía de las energías renovables y del uranio. Este último implica energía nuclear para generar electricidad.

Tenemos un potencial enorme de yacimientos de uranio y, sin embargo, importamos materia prima para abastecer nuestras centrales nucleares. Aunque expandamos esa capacidad al doble, no impactará más allá del 8% de la matriz energética argentina. Igualmente es importante generar esa energía porque da estabilidad al sistema eléctrico.

Las energías renovables se generan en el momento en que el recurso está activo. La solar cuando hay sol, la eólica cuando hay viento, luego se requiere un sistema de almacenamiento. Si no se tiene donde almacenar hay que distribuirla en el momento. Los otros tipos de energías son constantes y no dependen de esas variables naturales como la luz.

Argentina, pero especialmente Tucumán, tiene un potencial interesante en materia de biocombustibles, es decir, combustibles generados a partir de biomasa. Al futuro lo veo realmente con optimismo, si es que los parámetros macroeconómicos se ordenan y se incentivan las inversiones (estas pueden provenir de cualquier sector, incluso de los empresarios argentinos).

Si se dan las condiciones de seguridad jurídica y la demanda mundial de minerales sigue creciendo, el escenario para Argentina puede ser favorable por nuestra producción de cobre y de litio. Sumado al potencial de gas que tenemos, esto nos permitirá posicionarnos no sólo para el ingreso de divisas, sino también para colaborar en el proceso de descarbonización de la matriz energética mundial.

En Argentina se quema muy poco carbón porque casi no lo necesitamos como combustible y emitimos muy poco dióxido de carbono o gases de efecto invernadero, en comparación con los países más desarrollados.

Múltiples usos

  • El gas no sirve sólo de combustible o para calentar hogares, sino que sus usos son tan versátiles que abarcan desde las actividades residenciales y comerciales hasta la industria (para producir energía eléctrica, plásticos, fertilizantes, generar vapor, producción de petroquímicos, entre otros).

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