Esta mañana, en Horco Molle, en el marco del proyecto de reforestación “Yungas, Nubes y Agua”, dentro del programa “El Parque en la Escuela”, alumnos de distintos niveles y establecimientos plantaron especies nativas. El proyecto es una iniciativa organizada por la Secretaría de Bienestar Universitario, a través del Parque Sierra de San Javier, con el objetivo de recuperar y transformar un predio de 10 hectáreas en la Ciudad Universitaria de Horco Molle, creando un futuro bosque de especies nativas.
Participaron alumnos de las siguientes instituciones: Escuela Primaria Dr. Juan Antonio Medina, Escuela de Nivel Inicial Salustiano Zavalía, Escuela de Agricultura y Sacarotecnia (UNT), Escuela Municipal Petrona Campero de Adami y la Escuela Otilde B. Toro (San Javier).
Estuvieron presentes el secretario de Bienestar Universitario, Ing. Gustavo Vitulli; el Ing. Rubén De La Orden, director general de Residencias Universitarias y Parque Sierra de San Javier (PSSJ); el director del PSSJ, Rodolfo Salinas Collado; guardaparques; alumnos y docentes de distintas escuelas que participaron en el proyecto.
“Esta iniciativa se remonta al Ing. Julio Kermes, quien fue director del Parque hace algunos años. Junto a Julio Martensen, comenzó a trabajar en proyectos de extensión para llevar el conocimiento a las escuelas y enseñar a los chicos sobre la conservación de este parque, que, si no estuviera en manos de la universidad, probablemente tendría otra historia”, subrayó Vitulli.
En estas actividades, los chicos aprenden desde el inicio del proceso, desde la semilla hasta cómo se convierte en una planta. “Aquí había muchas plantas cítricas de la década del 70, plantadas por la universidad sin considerar las especies autóctonas. Lo que hicimos fue retirar esos árboles, ya que habían cumplido su ciclo y no tenía mucho sentido mantenerlos. Ahora estamos recuperando el área con árboles autóctonos, propios de nuestra selva de Yunga”, agregó.
Manuel Pachado, jefe del área de emergencias del PSSJ, contó que están culminando con una etapa avanzada del proyecto, que se inició con el Departamento de Extensión Ambiental, a cargo del geólogo Julio Martensen. “El proceso comenzó con visitas a las escuelas de la zona de influencia del parque, donde realizamos charlas sobre la importancia de las yungas, la reforestación y el agua. Los estudiantes visitaron el vivero, donde participaron en la producción forestal. Los más pequeños germinaron semillas, mientras que los más grandes hicieron el repique, que es el trasplante de plantas”, detalló Pachado.
Hoy, estos alumnos están plantando árboles que fueron germinados por otros estudiantes en años anteriores, y lo que ellos hicieron este año será utilizado por futuros estudiantes en unos tres años, creando un ciclo de inversión y continuidad para las generaciones siguientes.
Dolores Albornoz trabaja en el Departamento de Educación Ambiental del PSSJ y fue una de las responsables de ir a las escuelas a orientar a los alumnos y docentes sobre el proyecto. “La recepción que tuvimos fue increíblemente positiva, mucho más de lo que esperábamos. Incluso una escuela cercana, la Escuela de Medina, llegó caminando el kilómetro que la separa del lugar del evento, lo cual fue muy gratificante. Hablamos sobre la captación de agua, la conservación del suelo y la relevancia del mantenimiento de la biodiversidad”, comentó.
Santiago Zumaeta es docente del 6° grado de la Escuela Municipal Petrona Jiménez Campero de Adami. El profesor destacó y agradeció el trabajo conjunto que viene realizando la institución con la UNT. “Es crucial que los estudiantes no solo aprendan en el aula, sino que tengan la oportunidad de ser parte activa de estas actividades. El hecho de que puedan venir al parque, al vivero, realizar el repique y preparar plantines de árboles les permite vivir lo que estudian en los libros. Los chicos han aprendido mucho a partir de las charlas y de la cercanía del cerro a la escuela, entendiendo la importancia de los árboles y su rol vital”, ponderó.
Camila Ortiz y María Pachado, alumnas de la institución, comentaron sobre la experiencia de plantar árboles y colaborar con el cuidado de la naturaleza. “Los árboles nos brindan oxígeno, cuidan nuestro ambiente y hemos aprendido sobre la importancia de cuidarlos y plantar, gracias a los guardaparques y a la escuela”, dijeron.
Otro de los momentos emotivos fue un homenaje a Mabel López, una compañera guardaparque recientemente fallecida. “En su honor, colocamos una fotografía de un tucán, una especie que ella fotografió y ayudó a reubicar en la provincia hace muchos años. Su trabajo fue clave para registrar la presencia de tucanes en la provincia antes de que esto se volviera conocido. Elegimos la foto de un tucán como homenaje a su legado, y sembramos árboles en su nombre”, añadió Manuel Pachado.