El Instituto Miguel Lillo celebra un nuevo año de su fundación

Para conmemorar un nuevo año de la creación del Instituto Miguel Lillo, Medios UNT entrevistó a la decana de la Facultad de Ciencias Naturales, Dra. Virginia Abdala, y al vicedecano, Mg. Pablo Sesma. En la entrevista, ambos compartieron información sobre la historia de este importante establecimiento y su relevancia en la formación de profesionales en el campo de las ciencias naturales, así como su contribución a la investigación y el desarrollo en la región.

De acuerdo con lo relatado por la decana y el vicedecano, la historia del Instituto Miguel Lillo se aborda en la obra sobre el Dr. Horacio Descole, escrita por el Dr. Aceñolaza y publicada en 2009. Según reseña del Dr. Aceñolaza, tras el fallecimiento de Miguel Lillo en 1931, la UNT acepta su legado y dispone lo necesario para la creación del Instituto Miguel Lillo, asociado al Museo de Historia Natural. En 1985, por resolución rectoral, se determina que el Instituto Miguel Lillo se asocie indisolublemente al nombre de nuestra Facultad, pasando a llamarse desde entonces Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo.

Durante el Decanato del Dr. Hugo Fernández, se establece el 6 de noviembre de 1933, como fecha de creación del Instituto Miguel Lillo, para contar con un día específico de conmemoración de ese trascendental legado de Miguel Lillo a la UNT.

Se establecen así dos fechas institucionalmente muy importantes para celebrar: el 23 de mayo de 1973, por la creación de la Facultad de Ciencias Naturales, y el 6 de noviembre, por la creación del Instituto Miguel Lillo. Ambos están hoy indisolublemente ligados como la Facultad de Ciencias Naturales e IML.

Respecto a la finalidad del establecimiento, las autoridades de la facultad explicaron: “En la actualidad, el Instituto es una institución paraguas que sirve de marco a todos los institutos de la facultad o de doble dependencia con el CONICET, que realizan múltiples investigaciones en diversas áreas de las Ciencias Naturales, desde estudio de suelos, correlaciones geológicas, calidad de agua, ecología de bosques, arqueología en diversos sitios de nuestra provincia, técnicas museográficas, desafíos de la enseñanza de la Biología, entre otros”. Y agregaron: “Cada una de estos proyectos de investigación se enmarcan en el Instituto Miguel Lillo, cuya sede administrativa se encuentra en una de las cúpulas de Horco Molle. El Instituto también alberga diversas y valiosísimas colecciones científicas administradas por la Facultad de Ciencias Naturales, algunas en conjunto con la Fundación Miguel Lillo”.

“A través de todas las unidades de investigación que conforman el IML se logra una sinergia muy importante con la docencia. El estudiantado tiene clases en las diversas ubicaciones de los institutos, conoce la cocina de las investigaciones y participa de ellas mediante pasantías o prácticos de larga duración”.

En la biblioteca de la Fundación Miguel Lillo se pueden encontrar más de 11,000 libros que fueron dejados como legado por el naturalista y profesor tucumano. Este centro alberga aproximadamente 300,000 ejemplares y 4,000 títulos de publicaciones internacionales. Además, el libro más antiguo que se conserva en este lugar data de 1542. (Fuente: FML).

Una de las colecciones más valiosas es la de los viajes de Humboldt y Bonpland, que solo se puede encontrar en París, Francia, y en la Fundación Miguel Lillo. (Fuente: FML).

Al ser consultados por la contribución que tiene el IML en la formación de los alumnos, la Dra. Abdala y el Mg. Sesma expresaron: “La contribución a la formación de nuestros estudiantes es inestimable. Todas las líneas de investigación son llevadas a cabo por docentes de la facultad, quienes vuelcan su experticia técnico-científica cotidianamente en sus clases y campañas”.

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