Investigan cómo mejorar la reproducción de chinchillas sin afectar su salud reproductiva

En el marco de las Segundas Jornadas de Socialización de la Producción de Conocimiento (JoSPIUNT), realizadas recientemente en la Universidad Nacional de Tucumán, se expuso un trabajo científico que estudia el impacto de los implantes subdérmicos de Zeranol en la reproducción de chinchilla lanigera. Esta especie, originaria de la cordillera de los Andes, se encuentra en peligro de extinción, por lo que los estudios se enfocan en su variante doméstica, utilizada en criaderos peleteros.

La investigación, que fue presentada en forma de póster, busca comprender cómo estos tratamientos hormonales, aplicados para mejorar la calidad del pelaje, afectan la fisiología reproductiva y la interacción de los gametos. El estudio incluye evaluaciones morfológicas, como la altura del epitelio y la longitud de las estereocilias, y analiza la motilidad espermática bajo la influencia del Zeranol, un compuesto semisintético con actividad estrogénica y anabólica.

La Bioq. Fernanda Medina, integrante del equipo de trabajo, compartió su experiencia durante las jornadas: “Participar de este espacio siempre es muy valioso. Nos permite conocer otras líneas de investigación, pensar colaboraciones y complementar lo que uno aún está aprendiendo”. Medina forma parte del grupo desde sus años de estudiante de grado y actualmente también se desempeña como docente.

“En los criaderos de chinchilla suele haber situaciones de endogamia, ya que casa uno maneja un número limitado de animales. Además, para mejorar la calidad las pieles, muchas veces se aplican tratamientos hormanales o químicos que afectan la reproducción”, precisó.

El equipo de investigación está integrado por unos 10 profesionales de distintas disciplinas y facultades de la UNT, y trabaja además en colaboración con la Fundación Miguel Lillo. Entre los objetivos del proyecto está el desarrollo de técnicas que permitan mejorar la reproducción de estos animales, minimizando los efectos adversos de la endogamia y del uso de sustancias químicas en los criaderos.

“Queremos intervenir en esos procesos para favorecer una reproducción más exitosa. Desde la investigación buscamos alternativas que no comprometan la salud reproductiva de las chinchillas, y que incluso puedan contribuir a su preservación”, señaló Medina.

Medina comentpo que siempre se interesó en la temática, incluso desde que era estudiante. La curiosidad y el querer ir más allá de lo que aprendía en clase, de descubrir cómo ese conocimiento podía aplicarse, la acercó al campo de la investigación.

“Me inicié con becas estudiantiles y, como realmente me gustó, seguí en esa línea. Hoy también trabajo como docente, y lo que siempre les digo a quienes recién empiezan es que se animen. Que se acerquen, que pregunten, que se involucren. Porque solo así pueden descubrir si la investigación es para ellos. Y si lo es, es un camino apasionante”, subrayó.

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