La Facultad de Ciencias Económicas fue sede, este jueves y viernes, de una nueva jornada del programa UNT Saludable, dependiente de la Secretaría General, que acerca a la comunidad universitaria controles básicos y consejería en promoción de la salud. Más allá de la presencia del móvil y de la articulación con la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, la actividad destacó especialmente el trabajo formativo y social de los estudiantes de la Escuela Universitaria de Enfermería.
“Además de ser una actividad programada por el Rectorado, es una instancia de aprendizaje”, señaló la licenciada María Cristina Arellano, secretaria de Extensión de la Escuela y docente de Enfermería Clínica del Adulto y del Adulto Mayor. En mesas de trabajo, los alumnos aplicaron conocimientos teóricos y reforzaron procedimientos con controles de presión arterial, peso, talla y, cuando fue necesario, glucemia. También ofrecieron consejería sobre alimentación y actividad física, y realizaron valoraciones del pie, fundamentales para prevenir complicaciones en personas con diabetes.
Arellano remarcó que estas jornadas permiten identificar factores de riesgo en personas que muchas veces se consideran saludables: “A partir de esa información, cada quien puede decidir iniciar controles, consultar al médico o adoptar cambios. Desde enfermería, nuestro rol central es la educación para el autocuidado”.
El valor pedagógico también es reconocido por los propios estudiantes. Isaías Nadir Ruegas, de tercer año de la Licenciatura en Enfermería, afirmó: “Tiene muchísima importancia y relevancia, sobre todo para nuestra independencia como estudiantes. Nos ayuda a fortalecer capacidades, aprender fuera del aula, desarrollarnos y adquirir la habilidad de desenvolvernos con la comunidad el día de mañana”.





Asimismo, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán estuvo presente brindando atención a través del programa EcoLente. El mismo es llevado aadelante por la Dirección de Salud municipal que entrega anteojos a estudiantes a partir del reciclado de tapitas plásticas. “Estamos muy contentos por la gran concurrencia y el trabajo conjunto con la UNT”, expresó Federico Chasampi, coordinador del área. Según explicó, con aproximadamente cinco tapitas se fabrica un marco de anteojos, combinando salud visual y conciencia ambiental. Chasampi también destacó el aporte de la Dirección de Salud junto al Dr. Alejandro Bonari.
El circuito de atención incluyó la recepción y registro de los participantes, el control de presión arterial, peso, talla y glucemia capilar cuando correspondía, consejería breve en alimentación saludable y actividad física, valoración del pie para detectar riesgos y prevenir complicaciones como el pie diabético, y finalmente la derivación o recomendación de consulta según cada caso.
A su vez, para acceder a un Ecolente, los estudiantes debían presentar dos fotocopias del DNI, realizar la evaluación oftalmológica en el lugar y, con la indicación de la profesional, pasar a la etapa de gestión y confección de los anteojos.