“Buscamos formar ciudadanos críticos, capaces de actuar por el bien de la sociedad”, dijo Pagani

En medio de un contexto nacional marcado por el descreimiento en las instituciones y la apatía política juvenil, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) celebró esta mañana en el Patio del Rectorado la graduación de 161 egresados de la Diplomatura de la Escuela de Formación Política y Gobierno (EFPyG), una apuesta institucional para recuperar el sentido de la militancia universitaria y formar nuevos líderes comprometidos con la vida democrática.

La iniciativa, creada mediante resolución RES–DGD–1618/2025 y resultado del trabajo articulado entre las Secretarías General, Académica, de Asuntos Estudiantiles y de Comunicación Institucional, busca formar ciudadanos críticos y autónomos que puedan incidir tanto en el ámbito universitario como en la sociedad tucumana.

Un compromiso con la formación integral

El recto, Ing. Sergio Pagani, destacó el compromiso de la gestión con la formación integral de los estudiantes. “No solo buscamos una formación disciplinar en cada profesión, sino también formarlos como ciudadanos críticos, capaces de actuar por el bien de la sociedad. En esa pluralidad que caracteriza al espíritu universitario, esta Escuela de Formación Política es muy importante para nosotros y para las y los estudiantes”, afirmó.

Por su parte, el secretario general, Lic. José Hugo Saab, reflexionó sobre la importancia de reivindicar la política en tiempos donde se la considera “mala palabra”. “A menos de 48 horas de un acto electoral, hablar de política es muy importante para la universidad y para la sociedad. Es fundamental reivindicar la política, reivindicar la democracia y valorar la confianza depositada en la oferta académica de la UNT”, expresó.

Saab también se refirió a los cambios en el escenario político actual: “Las universidades dejaron de formar hombres y mujeres que, además de ser profesionales, salgan con sensibilidad social y con la mirada puesta en las problemáticas reales de la sociedad. Se instaló la idea de que la política es mala palabra, y la política solo estuvo prohibida en las dictaduras o en el neoliberalismo. Estamos convencidos de que hay que volver a reivindicar la Política, con mayúscula, como herramienta de transformación social”.

Durante el acto se distinguió a los equipos que presentaron los trabajos más destacados del trayecto formativo. Entre ellos sobresalen investigaciones sobre deserción escolar en comunidades rurales como El Naranjo y Campo Norte, proyectos de intervención nutricional en barrios vulnerables como Juan Pablo XXIII – La Bombilla, y propuestas de gobernanza participativa para Malagueño 2025.

Una experiencia transformadora

Antonella Peyrot Castro, una de las tutoras de la diplomatura, compartió su satisfacción por el proceso vivido: “Fueron siete meses de trabajo codo a codo entre tutores y estudiantes. Al principio había ciertos debates y, hacia el final, se volvieron mucho más profundos y enriquecedores. La diplomatura fue abierta al público en general: participaron estudiantes de distintas carreras de la UNT, graduados, estudiantes de otras universidades e incluso de otras provincias”.

La tutora destacó la metodología de trabajo: “En los primeros módulos trabajaron de forma individual y luego pasamos al trabajo en equipo, porque la política es debate y construcción colectiva entre miradas diversas. Eso permite producir ideas más plurales y multidisciplinarias. No siempre es fácil, fue un desafío, pero lo cumplieron con gran compromiso y muy buenos resultados”.

Voces de los protagonistas

Federico Chasampi, egresado de la Escuela de Enfermería y uno de los diplomados, valoró la experiencia: “Vi en esta diplomatura una oportunidad para seguir creciendo y aportando, con herramientas concretas para brindar más a la sociedad. El dictado fue excelente: profesores de primer nivel, temáticas pertinentes y una dinámica de trabajo muy positiva”.

Por su parte, Leila Galván, estudiante de Educación Física, calificó la diplomatura como una “hermosa experiencia”. “Fue un camino desafiante porque vengo del campo del deporte, pero a la vez muy valioso. Mi trabajo final abordó propuestas para democratizar la enseñanza en la facultad, articulando con los contenidos de ciencias políticas de la diplomatura”, explicó.

Mirando hacia el futuro

La propuesta se enmarca en el Plan Estratégico Institucional de la UNT, reafirmando el compromiso de la universidad con la formación política, el fortalecimiento de las instituciones y la participación activa de todos los miembros de su comunidad.

Con la vista puesta en los 50 años del golpe de Estado que se cumplirán el próximo año, José Hugo Saab enfatizó: “La democracia se fortalece con más y mejor educación, y con el quehacer cotidiano: dando respuestas a las problemáticas sociales, aprendiendo de la sociedad y haciéndonos una severa autocrítica sobre cómo a veces nos hemos alejado de ella. No hay duda: de cualquier crisis se sale con educación”.

La Escuela de Formación Política y Gobierno surge así como una iniciativa destinada a recuperar la esencia de la militancia política en el ámbito universitario, promoviendo la reflexión, el debate, la participación y la formación de sujetos críticos y comprometidos con la transformación de la realidad, en un momento donde estas competencias resultan fundamentales para el futuro del país.

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