El FESTAPIR vuelve para celebrar la vida, el arte y la conservación en Tucumán

La tercera edición del festival se realizará el domingo 23 de noviembre en el anfiteatro del Cadillal. El evento reúne a la comunidad en torno al arte, la naturaleza y la reintroducción del tapir en las Yungas tucumanas. Con entrada libre y gratuita, promete ser una jornada única de música, conciencia ambiental y encuentro colectivo.

Organizado por la Reserva Experimental Horco Molle, el Ente Tucumán Turismo, la Universidad Nacional de Tucumán, la Facultad de Ciencias Naturales e IML, y la Comuna del Cadillal, el FESTAPIR invita a toda la familia a disfrutar de un encuentro que combina música, expresión artística y conciencia ambiental.

En los próximos días se darán a conocer los artistas invitados que formarán parte de esta gran fiesta por la naturaleza, que año a año convoca a más personas comprometidas con el cuidado del ambiente y la vida silvestre. Sin embargo, podemos adelantar que el encuentro tendrá lugar el próximo domingo 23 de noviembre a las 18:30 hs, en el anfiteatro del Cadillal, con su tercera edición.

Mucho más que un festival

El FESTAPIR no solo busca entretener, sino también sensibilizar y educar. En cada edición, el evento propone un espacio para reconectarnos con el entorno natural, valorar la diversidad de especies que habitan nuestro territorio y reflexionar sobre el rol que tenemos como comunidad en su protección.

El tapir, especie emblemática de las Yungas, estuvo durante décadas ausente en la fauna local. Su reintroducción, impulsada por equipos científicos y voluntarios, representa un hito ambiental y educativo que combina ciencia, compromiso social y esperanza. El festival celebra justamente eso: la posibilidad de convivir en armonía con la naturaleza y construir un futuro sostenible desde el encuentro, la música y la conciencia.

El regreso del FESTAPIR es una invitación a mirar más allá del espectáculo: a comprender que la conservación es una tarea colectiva, donde cada acción, cada gesto y cada decisión cotidiana cuentan. “Cuidar al tapir es cuidar las Yungas, y cuidar las Yungas es cuidar nuestra casa común”, expresaron desde la organización.

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