Extenderse al mundo y ser parte de los procesos de transformación de nuestra comunidad es el principal objetivo de los jóvenes que integraron el tradicional Encuentro de Extensión Universitaria 2025.
Con una participación activa y reflexiva, los jóvenes pusieron en valor el espíritu solidario, crítico y transformador que define a la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) cuando sale de sus aulas y se vincula con la sociedad.
La propuesta partió de una premisa clara: la extensión no es una actividad complementaria, sino una forma de formar profesionales comprometidos con su entorno, capaces de dialogar con las comunidades y construir conocimiento junto a ellas. En palabras de los organizadores, “integrando proyectos de extensión es que los estudiantes acceden a territorios y realidades que no siempre forman parte de su vida cotidiana, y eso promueve el compromiso social que distingue a la UNT”.
La actividad tuvo lugar en el Museo de la UNT y combinó distintos momentos. Por un lado, se trabajaron herramientas personales de comunicación comunitaria, explorando la empatía y el diálogo como puentes con el territorio. Por otro, se abordaron los nuevos marcos conceptuales de la extensión universitaria, a partir del estatuto reformado en 2024 y del enfoque latinoamericano de la extensión crítica.
El taller incluyó dinámicas vivenciales que involucraron el cuerpo y las emociones, pequeñas representaciones con roles intercambiables y ejercicios de reflexión colectiva. Además, se compartieron ideas y conceptos de referentes como Agustín Cano, Humberto Tomassino, Óscar García y el Grupo CLACSO ULEU, cuyas investigaciones inspiran hoy las prácticas de extensión en toda la región.
Finalmente, el espacio cerró con un intercambio de experiencias y una evaluación participativa que permitió a los estudiantes expresar qué aprendieron y cómo vivieron la jornada.



Una comunidad extensionista que crece
Uno de los ejes más valorados fue la posibilidad de consolidar una comunidad de prácticas dentro de la UNT. En este sentido, se destacó la importancia de conocerse, compartir experiencias y fortalecer lazos entre docentes, estudiantes y técnicos: “Conocernos nos permite enriquecernos con las experiencias ajenas y construir una red de trabajo humano y académico dentro de la comunidad extensionista universitaria.”
El encuentro también sirvió para proyectar los próximos pasos: sostener estos espacios, fortalecer la curricularización de la extensión y consolidar los Centros de Extensión Territorial, iniciativas que marcan un antes y un después en la relación de la UNT con su entorno.
Mirar al futuro con compromiso social
Las expectativas hacia adelante son optimistas y ambiciosas. La extensión se proyecta como un eje estratégico de la universidad pública tucumana, no solo para cumplir con su misión social, sino también para enriquecer la docencia y la investigación. “El cambio de estatuto le da un nuevo lugar a la extensión. Debemos afianzar nuestra comunidad con encuentros, formación y financiamiento que permitan sostener los proyectos en curso y multiplicarlos. Esa es la mejor manera de fortalecer el compromiso social de la UNT con el territorio.”
Así, con la fuerza de su juventud y el respaldo de una política universitaria que reconoce su valor, la extensión universitaria se reafirma como la voz viva de una universidad que proyecta hacía el futuro.



