Hoy, 10 de diciembre, se celebra en nuestro país el Día del Trabajador Social, una fecha que adquiere un profundo valor simbólico al coincidir con el Día Universal de los Derechos Humanos y, simultáneamente, con el aniversario del retorno de la democracia en 1983.
La conmemoración fue establecida en 2012 por la Comisión Directiva de la Federación Argentina de Asociaciones Profesionales de Trabajo Social, otorgando a esta fecha un sentido doblemente vinculado a la defensa de derechos, la participación ciudadana y el compromiso social.
En este marco, desde Medios UNT dialogamos con dos egresados de la carrera de Trabajo Social de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán: la Lic. Julieta Álvarez y el Lic. Alejandro Quiroga, quienes compartieron sus visiones, recorridos y experiencias en torno a la profesión.
La Lic. Álvarez recordó los inicios de su vocación y el descubrimiento de la disciplina: “Elegí estudiar Trabajo Social porque en mi colegio hicieron un test vocacional cuando estaba por terminar la secundaria y una de las opciones que apareció fue Trabajadora Social. Más tarde organizaron una conferencia con distintos profesionales y pude conversar con la trabajadora social que asistió. Me explicó en qué consistía la carrera, qué hacía y dónde trabajaba. Yo no sabía de qué se trataba el Trabajo Social y eso despertó mi interés; empecé a buscar información y así llegué a la carrera”.
También destacó el rol de docentes que marcaron su formación universitaria: “Tengo muchas materias y profesoras que me marcaron. Recuerdo la primera materia de Método con la profesora Inés Suayter: fue el inicio de lo que significaba el Trabajo Social. Era muy didáctica, muy apasionada por la materia y la carrera; siempre me acuerdo de cómo explicaba y enseñaba”. Y añadió: “El profesor Daniel Álvarez, que fue mi director de tesis, me brindó un acompañamiento increíble. Son docentes que marcaron mi trayectoria profesional”.
Hoy, Álvarez desarrolla su labor en organismos estatales, donde aplica lo aprendido en su paso por la UNT: “Gracias a todo lo que me enseñó la carrera, actualmente me desempeño como directora del Solar de la Colonia Centro de Día y formo parte del gabinete de Recursos Humanos de la Dirección Provincial de Vialidad”.
Por su parte, el Lic. Alejandro Quiroga reflexionó sobre el aporte central de la profesión a la comunidad: “El mayor aporte del Trabajo Social es promover el bienestar social, fortalecer las capacidades de la familia, del grupo y de la comunidad, y contribuir a transformar y mejorar la calidad de vida”. Asimismo, detalló las herramientas fundamentales del campo profesional: “Nuestros principales aportes se basan en la escucha activa, el acompañamiento, la prevención, el asesoramiento y también la mediación”.
En cuanto a su trayecto formativo, Quiroga remarcó la riqueza del proceso académico: “Mi trayectoria durante los años de cursado fue muy fructífera y enriquecedora, tanto en lo personal como en lo académico. Realicé mis prácticas preprofesionales en diferentes instituciones de Aguilares y de Concepción, y estoy muy agradecido por el acompañamiento del personal docente, nodocente y de todos los estamentos de la Facultad”.
Finalmente, dejó un mensaje para los estudiantes que recién comienzan o evalúan iniciar la carrera: “Están eligiendo una muy buena carrera, con un amplio abanico de posibilidades laborales tanto en el sector público como en el privado. Les aconsejo que disfruten cada clase, cada práctica preprofesional y, sobre todo, la enseñanza de cada profesor, porque en el futuro será una herramienta fundamental para su inserción laboral”.
