El Parque Prebisch latió al ritmo del Mega Concierto de Navidad Universitario

Una vez más la Universidad Nacional de Tucumán se volvió abrazo para nuestra comunidad. Y no fue hasta el final de la noche, cuando ya no quedaban acordes por tocar, justo cuando el cielo fue testigo de las decenas de familias que siguieron sentadas sobre el pasto, con los chicos corriendo entre las mantas y los mates, los aplausos todavía flotaban en el aire. Así se vivió el Mega Concierto de Navidad.

El Parque Prebisch no fue sólo un escenario, se trasformó en una casa abierta, dando vida a un encuentro que volvió a confirmar que la universidad pública no sólo forma profesionales, sino que también construye comunidad, identidad y futuro.

El viernes 19 de diciembre, miles de personas se dieron cita en este espacio universitario que ya es nuestro símbolo. Allí, Juan Carlos Baglietto y Lito Vitale y se encontraron con la música universitaria, con generaciones que aprenden, ensayan y sueñan en la UNT, y con un público que respondió con gestos solidarios, emoción compartida y pertenencia.

Desde temprano, el verde se pobló de reposeras improvisadas, familias completas, estudiantes, docentes, egresados y vecinos. La consigna solidaria entrada con alimentos no perecederos convirtió el disfrute en compromiso, y al concierto en un acto colectivo de generosidad.

“El Megaconcierto de Navidad ya es un evento tradicional y muy esperado por toda la comunidad. A través de la cultura y el arte, la universidad pública reafirma su contacto permanente con la sociedad y muestra parte del trabajo que realiza en todas sus áreas y disciplinas. Reunirnos hoy en este parque representa esa unidad para cerrar de la mejor manera este año”, expresó el Rector de la UNT Ing. Sergio Pagani.

Mientras que la Vicerrectora Dra. Mercedes Leal subrayó el sello distintivo que atraviesa a la institución: “Que la entrada sea un alimento no perecedero expresa claramente el compromiso de una universidad pública generosa. A pesar de haber sido un año complejo, la universidad se mantuvo activa en la docencia, la investigación y la extensión, y supo defenderse unida cuando fue necesario”.

Sobre el escenario, la emoción tuvo nombre propio. La Orquesta Juvenil de la UNT semillero de talentos que celebró 40 años de historia, con una noche que también fue despedida. El maestro Gustavo Guersman lo dijo con la voz cargada de gratitud: “Este concierto marca una despedida muy significativa para mí. Son 35 años. La emoción fue enorme, sobre todo por el cariño de los chicos y por compartir este espectáculo con Baglietto y Vitale, un dúo de primera línea de la música argentina”.

Entre atriles y partituras, la universidad mostró su potencia cultural. Violeta Lavalle, estudiante e integrante de la Orquesta Juvenil, lo vivió desde adentro: “Toco en la Juvenil hace cuatro años y estudio en la Escuela Superior de Música de la UNT. Ya es el segundo mega concierto del que participo. Compartir escenario con Lito y Baglietto es increíble”. Y dejó un mensaje que resume el espíritu de la noche: “A los chicos que quieren seguir la música les digo que perseveren, sigan sus sueños. Hay altibajos, pero al final siempre se llega. Estas cosas pasan y son hermosas: hay que vivirlas”.

Cada persona que visitó el Parque Prebisch regaló un gesto de solidaridad que se multiplica. Así lo destacó, Marcelo Mirkin Secretario de Extensión: “La respuesta de la gente fue extraordinaria, con familias completas participando y colaborando con alimentos no perecederos y donaciones destinadas a Cáritas y a la Fundación León.

Una vez abajo del escenario, Juan Carlos Baglietto sintetizó el sentimiento compartido: “La experiencia fue maravillosa. Nos han recibido con muchísimo afecto. Nos vamos de Tucumán con ganas de volver. Y ese deseo quedó flotando entre luces, abrazos y canciones coreadas por miles”.

Para el final de la noche, las luces se apagaron, pero el parque siguió lleno. Ese detalle, la gente apropiándose del lugar incluso después del espectáculo, dijo tanto como la música. Habla de un espacio universitario que convoca, que invita a quedarse, a compartir, a volver.

El Parque Prebisch se consolida, así como un epicentro cultural de la UNT. Simplemente un escenario abierto donde la universidad pública se muestra como realmente es, gracias a la docencia, la investigación, la extensión y el arte, donde todos tienen un lugar.

Porque cuando la universidad se vuelve abrazo, cuando la música une generaciones y la solidaridad se convierte en el mismo idioma, no sólo se celebra la Navidad. Se reafirma el compromiso de pertenecer y de seguir construyendo, juntos, un futuro posible desde la universidad pública para la argentina y el mundo .

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