(Contenido producido por la Secretaría de Extensión y Comunicación).-
El Dr. José Pablo López, a cargo de la cátedra de Petrología de la carrera de Geología, junto a sus alumnos, le hace frente a estos momentos que se están viviendo por la pandemia y pone toda la creatividad para lograr profundizar en la enseñanza-aprendizaje que se dicta de manera online.
Como académico, el Dr. López resalta la voluntad y el éxito de adaptación a esta situación adversa e inusual, así como también el carácter didáctico de las clases, el uso de las nuevas tecnologías y la logística necesaria para coordinar las tareas.
¿Qué desafíos le planteó esta nueva modalidad de enseñanza-aprendizaje?
El desafío más importante fue, sin duda, ser capaz de que mis alumnos aprendan mi materia y mantener la relación interpersonal que, desde mi punto de vista, es esencial entre docentes y estudiantes. Mi objetivo fue no perderlos con una dinámica que puede funcionar bien en clases presenciales, pero que en el medio virtual y con una pantalla de por medio seguramente adormecerá al más entusiasta. Fue un aprendizaje continuo y una ida y vuelta permanente, que me resultó decididamente positivo.
¿Qué innovaciones incorporó?
El planteo de la cátedra fue dar las clases totalmente diferentes, con actividades innovadoras. El primer paso fue conversar con los alumnos y, entre todos, decidir el formato más óptimo. Así, innovamos en la modalidad de las clases: cada lunes les daba una introducción al tema correspondiente y les dejaba planteada una “hoja de ruta”, con algunos subtemas que ellos debían investigar para nuestra segunda reunión, en la que juntos “armábamos” la clase completa. Por otro lado, les propuse que formaran grupos y seleccionaran algunos de los temas estudiados en la semana, e hicieran una presentación, sin tanta formalidad académica, pero usando cualquier medio o plataforma digital que les permitiera una total libertad de expresión. Podían ser videos, tik-tok, power point, etc, cualquier formato era válido. El resultado fue excelente.
Otra innovación fue la de invitar a colegas de otras universidades a dar clases conjuntas. Nuestros alumnos recibieron clases de un colega de la Universidad Nacional de Cuyo y de otro de la Universidad de Huelva, en España, y nosotros les dimos clases a sus alumnos también.
¿Qué actividad didáctica destaca?
Quisimos animar a los estudiantes a expresarse libremente, utilizando un medio que les resultase “amigable” y así, lúdicamente, reforzar el contenido más “académico” que desarrollamos durante la semana. En esta propuesta, lo importante era conseguir que los estudiantes estuvieran más tiempo con el material de estudio y lejos de la formalidad que podría implicar una presentación para ser evaluada.
¿Cómo cree que esta situación reconfigura la idea de educar?
Creo que la virtualidad llegó para quedarse y que deberemos adaptarnos a un nuevo paradigma de enseñanza universitaria. Considero que es el momento de replantearnos nuestra actividad como docentes, frente a una sociedad y a una realidad que nos interpela y nos obliga a dar respuestas.
¿Qué logros nos trae esta experiencia?
Desde el punto de vista personal, la experiencia de la virtualidad fue muy positiva; creo que conseguí el objetivo principal y mis estudiantes aprendieron, pese a todas las dificultades y contratiempos, los conceptos necesarios para regularizar adecuadamente mi materia.
¿Qué expectativas tiene para el futuro?
La presencialidad será, obviamente, imprescindible pero el contacto virtual; será parte de nuestra modalidad. A futuro, lo que más expectativas me genera es la posibilidad de mantener la mente abierta a nuevas posibilidades y propuestas.
En el siguiente video escuchamos conceptos del Dr. López:
Compartimos con ustedes uno de los videos desarrollados por los alumnos: https://drive.google.com/file/d/11B-runKVvL6UM1glyPdoaJIq1eS2KRHA/view