En el marco del IV Congreso de Agua, Energía y Ambiente, organizado por la Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM), el licenciado en Ciencias Biológicas Guillermo Priotto ofreció la conferencia “Educación ambiental y cambio climático: enfoque relacional crítico y complejidad del aprendizaje”, en el auditorio del Centro Cultural Virla.
La actividad, que formó parte del segundo día del encuentro, reunió a docentes, investigadores y estudiantes interesados en los desafíos que plantea el cambio climático desde la educación y las políticas públicas.
El especialista en Ecología y Educación Ambiental subrayó que el cambio climático “es un hecho irrefutable, con causas principalmente antrópicas”. En ese sentido, remarcó que el comportamiento humano —a través del consumo y la producción— es determinante en la generación del efecto invernadero.
“Ya estamos en una etapa en la que debemos adaptarnos y, al mismo tiempo, implementar acciones de mitigación. En ese contexto, la educación es un componente necesario e insustituible de cualquier plan de acción ante una problemática compleja, de mediano y largo plazo, cuya evidencia no siempre es directamente perceptible”, sostuvo.
El congreso aborda tres grandes ejes —energía, agua y ambiente—, y en este espacio convocaron a Priotto para reflexionar sobre los aportes de la educación ambiental al abordaje del cambio climático.
“Haré un recorrido conceptual sobre cómo tratar energía, agua y cambio climático desde una perspectiva ambiental y cuáles son las implicancias educativas, tanto en el ámbito formal como en el no formal e informal, que incluye la comunicación de temas ambientales”, explicó.
La educación como pilar del cambio
Para el académico de la Universidad Nacional de Río Cuarto, la educación constituye un pilar fundamental de cualquier estrategia de acción frente al cambio climático.
“Las estrategias educativas buscan explicar qué es el cambio climático, cómo identificarlo y medirlo, y cómo hacerlo perceptible y tangible para luego pasar a la acción”, señaló.
Priotto enfatizó que el abordaje debe darse tanto en el ámbito formal —la educación institucionalizada— como en el no formal e informal, que abarca la comunicación y sensibilización ambiental dirigida a la sociedad en general.
La huella de carbono: medir para actuar
Consultado sobre qué puede hacer cada ciudadano desde su hogar, Priotto mencionó la medición de la huella de carbono como una herramienta inicial y accesible.
“Las metodologías son sencillas y existen páginas web donde uno ingresa datos de consumo y obtiene resultados en kilos o toneladas de CO₂ equivalente. Sorprende la magnitud de las emisiones personales y familiares. Esta herramienta también puede aplicarse a escuelas, universidades o comercios”, explicó.
Según el especialista, la periodicidad óptima para estas mediciones es mensual o estacional, comparando períodos equivalentes. La estrategia consiste en establecer primero una línea de base, implementar un plan de reducción de emisiones y luego volver a medir para comparar resultados.
Entre las acciones sugeridas se encuentran el uso eficiente de la energía, mejoras en el aislamiento térmico, cambios de comportamiento para reducir el consumo y la separación de residuos orgánicos e inorgánicos para evitar la generación de metano.
El desafío político y global
Respecto al rol del Estado, Priotto fue enfático:
“El cambio climático debería ser una política de Estado basada en el reconocimiento de sus causas, que son antrópicas. Nuestra matriz energética depende fuertemente de los combustibles fósiles, y eso no debería estar en duda. El primero que no debería dudar es el propio Estado nacional”.
Sobre la postura negacionista de algunos líderes mundiales, particularmente en Estados Unidos, el especialista fue crítico. “Hay que pensarlo en términos geopolíticos y de intereses económicos sectoriales”, analizó, aludiendo al discurso ‘drill, drill, drill’ de la campaña de Donald Trump. Para el académico, esta posición constituye “un acto de soberana ignorancia y negación, que responde exclusivamente a un interés económico”, sostuvo.
Finalmente, Priotto se refirió a la dimensión global del problema. “El gobierno de Estados Unidos ha sido históricamente pro-petróleo. Su discurso negacionista responde a intereses económicos sectoriales. La mirada ambiental, en cambio, es integral, propositiva, de mediano y largo plazo; implica prudencia, remediación, cuidado y una ética ambiental de la que, lamentablemente, muchos líderes mundiales carecen”, concluyó.
Guillermo Priotto es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Río Cuarto (1997), especialista en Ecología y Educación Ambiental, y autor de numerosos trabajos sobre la temática. Actualmente coordina diversas carreras vinculadas a la Educación Ambiental y el Desarrollo Sustentable.

