Desde el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán y la Fundación "Las Margaritas de Rodolfo Bulacio" invitan a "Fantasía marica del pueblo", una exhibición antológica que rinde homenaje a la obra del destacado artista tucumano Rodolfo Bulacio, conocido cariñosamente como "La Rodo". Esta muestra contará con una selección de sus obras y registros de sus impactantes performances. La inauguración de esta exposición se llevará a cabo el martes 3 de octubre a las 19:30 horas en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán, situado en la dirección San Martín 1545.
Rodolfo Bulacio nació en la primavera de 1970 en Monteros, provincia de Tucumán, en un período oscurecido por la dictadura militar de Carlos Alfredo Imbaud. Trágicamente, su vida fue truncada por un crimen de odio debido a su orientación sexual en San Miguel de Tucumán, en el verano de 1997. Su crecimiento estuvo arraigado en el seno de una familia trabajadora, siendo el hijo de Porota y Rodolfo y hermano mayor de Nancy, Gabriel y Agustina. Su crianza estuvo bajo el cuidado de su abuela Blanca y su madre, quienes desde su infancia le brindaron acceso a materiales escolares gracias al trabajo de Porota como maestra rural, así como a los recursos de costura y bordado utilizados por Blanca en las labores del hogar. Desde temprana edad, Rodo y su hermana Nancy compartieron complicidad en sus incursiones artísticas.
Desde sus primeros pasos en el mundo del arte, la práctica de "La Rodo" estuvo marcada por su habilidad para crear con los elementos que tenía a su alcance, como sábanas, ropa, zapatos, accesorios, telas y objetos cotidianos, transformando y embelleciendo su entorno. Pintaba sobre sábanas con látex, las utilizaba como lienzos, cosía cartones sobre telas, y decoraba zapatos de yute con flores de plástico y lentejuelas.
Durante su adolescencia en Monteros, participó en concursos de pintura, exhibiciones grupales e ilustró publicaciones de poesía local. Crecer en un pueblo pequeño y conservador no le resultó sencillo, pero esta situación no hizo más que avivar su espíritu rebelde. Así, su carácter provocador y contestatario comenzó a manifestarse en su obra temprana. A la edad de dieciocho años, en 1988, para la reapertura del Cine Teatro Marconi, pintó un mural titulado "Odisea sex symbol", que incluía desnudos masculinos y generó un gran escándalo.
Ese mismo año, La Rodo se trasladó a San Miguel de Tucumán y comenzó a estudiar la carrera de Artes Plásticas en nuestra universidad. Durante sus estudios, fortaleció su activismo y cuestionó la enseñanza académica tradicional, combinando las técnicas aprendidas en el Taller de Grabado con la experimentación proyectual de la cátedra Taller C. Estableció nuevas amistades y junto a ellas fundó colectivos de performance como La Sangrada Familia, Flora y Fauna y Tenor Grasso. Estos tres grupos celebraban el arte y la liberación sexual a través de presentaciones mordaces y teatrales que recogían el espíritu de la noche. Junto a Tenor Grasso, desfilaron en las pasarelas de la escena underground y llegaron a aparecer en las portadas de los diarios provinciales por sus impactantes presentaciones en el Jockey Club.
Inspirado en la obra de Andy Warhol, Rodo Bulacio adoptó la paleta y el estilo del pop art y utilizó el grabado como técnica de repetición para crear retratos de famosas de la televisión, como Cicciolina, Susana Giménez y Mirtha Legrand. Además, realizó remakes de La Gioconda e hizo comentarios irónicos sobre la dolarización que trajo el modelo neoliberal, así como sobre los símbolos nacionales, como el escudo y la escarapela. Inspirado por las representaciones en las películas de Almodóvar, construyó su propia fantasía marica de pueblo, transformando cada exposición en una instalación escenográfica donde convivían pinturas, grabados y objetos cotidianos. Su producción artística fue verdaderamente incansable: para 1995, ya había participado en más de ochenta exposiciones.
Rodolfo Bulacio nació en la primavera de 1970 en Monteros, provincia de Tucumán, en un período oscurecido por la dictadura militar de Carlos Alfredo Imbaud. Trágicamente, su vida fue truncada por un crimen de odio debido a su orientación sexual en San Miguel de Tucumán, en el verano de 1997. Su crecimiento estuvo arraigado en el seno de una familia trabajadora, siendo el hijo de Porota y Rodolfo y hermano mayor de Nancy, Gabriel y Agustina. Su crianza estuvo bajo el cuidado de su abuela Blanca y su madre, quienes desde su infancia le brindaron acceso a materiales escolares gracias al trabajo de Porota como maestra rural, así como a los recursos de costura y bordado utilizados por Blanca en las labores del hogar. Desde temprana edad, Rodo y su hermana Nancy compartieron complicidad en sus incursiones artísticas.
Desde sus primeros pasos en el mundo del arte, la práctica de "La Rodo" estuvo marcada por su habilidad para crear con los elementos que tenía a su alcance, como sábanas, ropa, zapatos, accesorios, telas y objetos cotidianos, transformando y embelleciendo su entorno. Pintaba sobre sábanas con látex, las utilizaba como lienzos, cosía cartones sobre telas, y decoraba zapatos de yute con flores de plástico y lentejuelas.
Durante su adolescencia en Monteros, participó en concursos de pintura, exhibiciones grupales e ilustró publicaciones de poesía local. Crecer en un pueblo pequeño y conservador no le resultó sencillo, pero esta situación no hizo más que avivar su espíritu rebelde. Así, su carácter provocador y contestatario comenzó a manifestarse en su obra temprana. A la edad de dieciocho años, en 1988, para la reapertura del Cine Teatro Marconi, pintó un mural titulado "Odisea sex symbol", que incluía desnudos masculinos y generó un gran escándalo.
Ese mismo año, La Rodo se trasladó a San Miguel de Tucumán y comenzó a estudiar la carrera de Artes Plásticas en nuestra universidad. Durante sus estudios, fortaleció su activismo y cuestionó la enseñanza académica tradicional, combinando las técnicas aprendidas en el Taller de Grabado con la experimentación proyectual de la cátedra Taller C. Estableció nuevas amistades y junto a ellas fundó colectivos de performance como La Sangrada Familia, Flora y Fauna y Tenor Grasso. Estos tres grupos celebraban el arte y la liberación sexual a través de presentaciones mordaces y teatrales que recogían el espíritu de la noche. Junto a Tenor Grasso, desfilaron en las pasarelas de la escena underground y llegaron a aparecer en las portadas de los diarios provinciales por sus impactantes presentaciones en el Jockey Club.
Inspirado en la obra de Andy Warhol, Rodo Bulacio adoptó la paleta y el estilo del pop art y utilizó el grabado como técnica de repetición para crear retratos de famosas de la televisión, como Cicciolina, Susana Giménez y Mirtha Legrand. Además, realizó remakes de La Gioconda e hizo comentarios irónicos sobre la dolarización que trajo el modelo neoliberal, así como sobre los símbolos nacionales, como el escudo y la escarapela. Inspirado por las representaciones en las películas de Almodóvar, construyó su propia fantasía marica de pueblo, transformando cada exposición en una instalación escenográfica donde convivían pinturas, grabados y objetos cotidianos. Su producción artística fue verdaderamente incansable: para 1995, ya había participado en más de ochenta exposiciones.
Esta exposición forma parte de la Itinerancia de la exposición producida por el Palais de Glace – Palacio Nacional de las Artes, y ha sido curada por Geli González y Guadalupe Creche.
La apertura oficial de "Fantasía marica del pueblo" tendrá lugar el martes 3 de octubre a las 19:30 horas en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán, ubicado en la dirección San Martín 1545. Además, a las 20:00 se llevará a cabo "Fantasía Tenor Grasso," una performance a cargo del Movimiento Kiki.
La apertura oficial de "Fantasía marica del pueblo" tendrá lugar el martes 3 de octubre a las 19:30 horas en el Museo de la Universidad Nacional de Tucumán, ubicado en la dirección San Martín 1545. Además, a las 20:00 se llevará a cabo "Fantasía Tenor Grasso," una performance a cargo del Movimiento Kiki.