Apostar a la ciencia, siempre

Por Carla Rebellato – Prensa Fac. de Cs. Naturales e Inst. Miguel Lillo

En 1933 nació el Instituto Miguel Lillo, con una única finalidad: investigar. Ya en ese entonces, se reconocía la importancia de la ciencia. El sabio Miguel Lillo le dio un lugar primordial para el desarrollo de la sociedad tucumana.  

La Facultad de Ciencias Naturales no olvidó su esencia ni su premisa. Cuando se le preguntó a su Decano, el Dr. Hugo R. Fernández, sobre la importancia de la ciencia, inmediatamente se remitió a la tragedia de salud que atraviesa al mundo.
“Pasado el estupor por la irrupción de esta nueva enfermedad en la sociedad, todas y todos nos volvimos hacia los científicos en búsqueda de respuestas. La urgencia, el miedo y la incertidumbre pusieron en evidencia la fragilidad del mundo entero ante un evento de esta magnitud.”, expresó.   

Para él, los grupos de trabajo de institutos, laboratorios y universidades abocados a la identificación, estudio, decodificación y pruebas sobre el fenómeno, demostró que los científicos y científicas lideran este campo. “Debemos valorar y dimensionar el poder de quienes hacen ciencia. Este momento tan especial nos muestra qué países han seguido el camino apropiado de la ciencia, y nos señala que debemos cuidar y fortalecer el sistema científico para orgullo de los argentinos y por nuestro propio bienestar”, dijo el decano de Ciencias Naturales. 

Por su parte, la Secretaria de Ciencia y Técnica de la Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L., Dra. María Inés Isla, destacó la gran vocación y el compromiso social de los investigadores e investigadoras científicos, que con escasos recursos contribuyen a dar respuestas a problemáticas regionales y nacionales.
“El  impecable trabajo en equipo que realizan investigadores de diferentes instituciones científico-tecnológicas junto a profesionales del sistema de salud ante la pandemia COVID-19,  es evidencia de que la ciencia tiene mucho para ofrecer a la sociedad”, agregó la funcionaria. 

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